Seg\u00fan la\u00a0Organizaci\u00f3n Mundial de la Salud (OMS)<\/strong>, tras la contaminaci\u00f3n atmosf\u00e9rica, la ac\u00fastica es el factor medioambiental que m\u00e1s da\u00f1a nuestra salud. Como explica la profesora adjunta del\u00a0Grado en \u00d3ptica<\/strong>,\u00a0Optometr\u00eda y Audiolog\u00eda<\/strong>\u00a0de la\u00a0Universidad CEU San Pablo\u00a0M\u00aa Luisa S\u00e1nchez Rodr\u00edguez<\/strong>, aunque existen factores f\u00edsicos como el tiempo de exposici\u00f3n, la intensidad, la distribuci\u00f3n frecuencial o el tipo de ruido (intermitente o continuo) que influyen en los efectos que el ruido provoca, no son menos importantes los factores psicol\u00f3gicos, como son la sensibilidad de cada individuo y la situaci\u00f3n en la que se encuentre (laboral, ocio, estudio, sue\u00f1o\u2026).<\/p>\n Las recomendaciones de la OMS respecto a los niveles m\u00e1ximos de exposici\u00f3n al ruido (65 dB durante el d\u00eda y 55 dB en la noche), no siempre se respetan. ElObservatorio de la Sostenibilidad en Espa\u00f1a<\/strong>\u00a0cifra en cerca de 9 millones de personas las afectadas por niveles de ruido superiores a 65 dB. Otro organismo que alerta sobre este problema es\u00a0Ecologistas en Acci\u00f3n, cuyo informe muestra que cerca del 40% de los colegios en Madrid soportan niveles superiores a los 60 dB, sobrepasando ampliamente los 40 dB recomendados por la OMS para los centros escolares.<\/p>\n A todo ello hay que a\u00f1adir la exposici\u00f3n a la que, de manera voluntaria e inconsciente, sometemos a nuestro sistema auditivo.\u00a0Todos estamos en riesgo, pero los m\u00e1s afectados son los j\u00f3venes.<\/strong>\u00a0La\u00a0OMS\u00a0considera que el 50% de la poblaci\u00f3n mundial, entre los 12 y los 35 a\u00f1os, est\u00e1 en riesgo de sufrir una p\u00e9rdida auditiva por el uso de reproductores y smartphones y en torno a un 40%, por los elevados niveles de ruido en locales de ocio. \u00bfQui\u00e9n no ha escuchado la m\u00fasica, mientras esperamos en un sem\u00e1foro, del coche parado a nuestro lado, o la que est\u00e1 reproduciendo el m\u00f3vil de alg\u00fan joven durante un viaje en metro? La OMS recomienda tiempos m\u00e1ximos de escucha en funci\u00f3n de la intensidad del sonido, reduci\u00e9ndose el tiempo a\u00a0la mitad por cada 3 dB de aumento.<\/strong><\/p>\n \u00a0Como destaca la profesora M\u00aa Luisa S\u00e1nchez Rodr\u00edguez, claramente “estamos obviando dichas recomendaciones”. El desconocimiento del problema nos ha hecho asumir como normal una exposici\u00f3n de 105 dB en una discoteca, sin tener en cuenta que de manera segura para nuestra salud auditiva solo podemos permanecer en estas condiciones durante unos pocos minutos. De igual manera, la asistencia a conciertos de rock supone una exposici\u00f3n a\u00fan mayor habi\u00e9ndose llegado en algunos casos a los 130 dB.<\/p>\n \u00a0Todos hemos experimentado una\u00a0p\u00e9rdida de audici\u00f3n y ac\u00fafenos (ruidos)<\/strong>tras abandonar una discoteca o un concierto. Nuestro o\u00eddo tiene cierta capacidad de recuperaci\u00f3n, si no hay da\u00f1o irreversible, durante los periodos de silencio. Sin embargo, cuando la exposici\u00f3n al ruido es de intensidad elevada y prolongada en el tiempo, se puede originar una p\u00e9rdida de audici\u00f3n o hipoacusia irreversible,\u00a0debido al da\u00f1o y muerte de las c\u00e9lulas ciliadas de la c\u00f3clea responsables de la audici\u00f3n.<\/strong>\u00a0Esta p\u00e9rdida se produce gradualmente, por lo que las personas no son conscientes del da\u00f1o producido a lo largo de a\u00f1os de exposici\u00f3n hasta que este no se suma a la p\u00e9rdida auditiva debida al envejecimiento.<\/p>\n La identificaci\u00f3n y cuantificaci\u00f3n de los riesgos para la salud p\u00fablica, asociados con la exposici\u00f3n al ruido y la contaminaci\u00f3n ac\u00fastica, es vital para\u00a0priorizar las pol\u00edticas e intervenciones que apuntan a disminuir los riesgos<\/strong>\u00a0y mejorar la salud de la poblaci\u00f3n, como pueden ser el llevar a cabo una correcta planificaci\u00f3n urban\u00edstica o, el empleo de soluciones t\u00e9cnicas y tecnol\u00f3gicas avanzadas.<\/p>\n Pero, cada uno de nosotros, de manera individual, tambi\u00e9n puede ayudar aponer freno a esta epidemia de ruido<\/strong>. Y, probablemente, la informaci\u00f3n, la educaci\u00f3n y la concienciaci\u00f3n de la poblaci\u00f3n, en general, y de los ni\u00f1os y j\u00f3venes, en particular, deber\u00edan ser algunas de las principales <\/p>\n La profesora S\u00e1nchez Rodr\u00edguez recuerda algunas de las recomendaciones recogidas en el informe\u00a0“La otra contaminaci\u00f3n: ruido y salud en Madrid. Edici\u00f3n especial 2017”<\/strong>, impulsado por el Observatorio de Salud y Medioambiente de\u00a0DKV Seguros<\/strong>\u00a0contra el ruido y por la mejora de la calidad sonora:<\/p>\n \u00b7\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Prestar atenci\u00f3n a los ruidos que hacemos y respetar el derecho de los vecinos al silencio y a la tranquilidad.<\/p>\n \u00b7\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Utilizar el equipo de m\u00fasica, radio, TV, a un volumen adecuado y no molesto para los vecinos.<\/p>\n \u00b7\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Limitar el volumen de nuestro reproductor personal de m\u00fasica y el tiempo diario de uso para protegernos de la p\u00e9rdida de audici\u00f3n.<\/p>\n \u00b7\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Evitar lugares de ocio excesivamente ruidosos (conciertos, espect\u00e1culos deportivos, o culturales multitudinarios…) o en su caso utilizar protectores auditivos adecuados.<\/p>\n \u00b7\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Solicitar que bajen el volumen de la m\u00fasica cuando la consideremos elevada en lugares p\u00fablicos: bares, restaurantes, cines, gimnasios…<\/p>\n \u00b7\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0No elevar la voz al comunicarnos.<\/p>\n \u00b7\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0No practicar conductas ruidosas ni ruidos innecesario en casa, especialmente en horarios nocturnos (empleo de electrodom\u00e9sticos silenciosos, evitar portazos y golpes, fieltro en las patas de los muebles, etc.)<\/p>\n \u00b7\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Si tenemos perro, ense\u00f1arle a no ladrar en la vivienda.<\/p>\n Un 67 por ciento de los espa\u00f1oles\u00a0odia los ruidos procedentes de las obras de la calle,<\/strong>\u00a0seg\u00fan el ‘I Estudio de cuidado auditivo’ realizado por GAES,<\/strong>\u00a0cuyo objetivo es destacar que en Espa\u00f1a la contaminaci\u00f3n ac\u00fastica es todav\u00eda “una asignatura pendiente”. Seg\u00fan ha concluido el estudio,\u00a0m\u00e1s de 31 millones de personas en Espa\u00f1a sufre alteraciones en su sistema nervioso al escuchar el ruido de obras<\/strong>\u00a0de la calle. Asimismo, un 49,5 por ciento de las personas encuestadas ha manifestado que le molestan los ruidos de las obras que proceden de las\u00a0reformas del vecino.<\/strong>\u00a0Del mismo modo, un 39 por ciento de los encuestados ha expresado que le incomoda el ruido del tr\u00e1fico.<\/p>\n El ruido en Espa\u00f1a tambi\u00e9n afecta a otros \u00e1mbitos, como a la hora de elegir espacios o actividades de ocio, de hecho, seg\u00fan ha afirmado el estudio, un 68,7 por ciento de la poblaci\u00f3n ha reconocido que\u00a0descarta ir a un restaurante o establecimiento si tiene m\u00fasica excesivamente alta<\/strong>\u00a0y el 72,3 por ciento considera que hay poca presi\u00f3n en el cumplimiento de la normativa por parte de bares y restaurantes de las leyes existentes en torno al ruido en la calle.<\/p>\n Con respecto al propio cuidado de las personas, desde la compa\u00f1\u00eda han se\u00f1alado que los espa\u00f1oles no realizan una prevenci\u00f3n adecuada de la p\u00e9rdida auditiva:\u00a01 de cada 4 encuestados no ha acudido nunca a una revisi\u00f3n de o\u00eddos<\/strong>\u00a0y solo un 9,5 por ciento se realiza revisiones peri\u00f3dicamente.<\/p>\n En el informe tambi\u00e9n se expone que la higiene que se lleva a cabo en Espa\u00f1a no es la id\u00f3nea,\u00a0casi la mitad de los encuestados (46,8%) emplea bastoncillos para los o\u00eddos<\/strong>\u00a0como m\u00e9todo de limpieza habitual y un 41,6 por ciento emplea otras herramientas como papel o agua, o visitan al m\u00e9dico para su limpieza. Solo un 11,6 por ciento es consciente de que no es conveniente introducir ning\u00fan utensilio en nuestros conductos auditivos. Y es que, seg\u00fan han explicado, adem\u00e1s de que la composici\u00f3n pl\u00e1stica de los bastoncillos no es medioambientalmente sostenible, la Universidad de Harvard (EEUU) ha expuesto que el o\u00eddo no necesita limpieza y que emplear esta t\u00e9cnica puede resultar perjudicial.<\/p>\n Seg\u00fan la\u00a0Organizaci\u00f3n Mundial de la Salud (OMS), un 8 por ciento de los espa\u00f1oles podr\u00eda tener problemas de audici\u00f3n,<\/strong>\u00a0lo que representa m\u00e1s de 3 millones de personas y, adem\u00e1s, esta cifra puede ir en aumento si no se toman medidas al respecto. Del mismo modo, seg\u00fan el estudio realizado por GAES, solo 1 de cada 10 personas en Espa\u00f1a se revisa peri\u00f3dicamente el o\u00eddo.<\/p>\n Mientras que hace unos a\u00f1os la p\u00e9rdida auditiva se relacionaba con una\u00a0sobreexposici\u00f3n al ruido en el ambiente laboral,<\/strong>\u00a0ahora durante los momentos de ocio es cuando existe un mayor riesgo de estar expuestos a un ruido excesivo. Adem\u00e1s, con la llegada del buen tiempo la exposici\u00f3n a sonidos fuertes puede incrementarse. Las terrazas de los bares, las discotecas o las fiestas en un domicilio, as\u00ed como el ruido de las obras y el tr\u00e1fico, son algunas de las principales fuentes de ruidos m\u00e1s molestas en la \u00e9poca estival, seg\u00fan la OMS.<\/p>\n Los cambios en el estilo de vida tambi\u00e9n han provocado que la falta de audici\u00f3n aparezca cada vez a edades m\u00e1s tempranas. Se calcula que\u00a0casi un 50 por ciento de los j\u00f3venes escuchan dispositivos electr\u00f3nicos con auriculares a niveles superiores a lo recomendado,<\/strong>\u00a0adem\u00e1s de estar expuestos potencialmente al ruido de locales y eventos deportivos.<\/p>\n<\/p>\nLos ruidos de las obras los que m\u00e1s nos ponen de los nervios<\/h3>\n