La Costa del Sol y las principales capitales andaluzas se han convertido en los \u00faltimos a\u00f1os en un polo de atracci\u00f3n para las despedidas de soltero y soltera. Los grupos bulliciosos, con disfraces histri\u00f3nicos y habitualmente pasados de alcohol, forman parte del paisaje habitual de las calles de Granada, M\u00e1laga, C\u00f3rdoba o Sevilla los fines de semana. La buena comunicaci\u00f3n con el AVE, en estas tres \u00faltimas ciudades; la amplia oferta de pisos tur\u00edsticos, no siempre controlados, y una propuesta infinita de paquetes de diversi\u00f3n en Internet favorecen su llegada.\u00a0Una presencia que disgusta a los vecinos<\/a>\u00a0y a la que las administraciones locales y los hosteleros quieren poner coto.<\/p>\n El alcalde de M\u00e1laga, el popular Francisco de la Torre, ha anunciado esta semana m\u00e1s presencia policial para controlar las despedidas. En Granada, la concejal y portavoz adjunta del equipo de Gobierno, Ana Mu\u00f1oz (PSOE), convoc\u00f3 hace unos d\u00edas a todos los grupos pol\u00edticos a una reuni\u00f3n para acabar con lo que considera “un escaparate de barbaridades que esa ciudad no tiene por qu\u00e9 soportar”. En C\u00f3rdoba, son los hosteleros y hoteleros los que han reclamado a las autoridades que adopten medidas, mientras ellos ya han advertido de que no aceptar\u00e1n las reservas de este tipo de grupos. Todos han aprovechado precisamente el verano, la temporada baja,\u00a0a priori<\/em>, de despedidas de soltero y soltera, para denunciar su proliferaci\u00f3n y el perjuicio que, sostienen, suponen para el modelo de ciudad y de turismo de calidad con el que quieren que se identifique a sus localidades.<\/p>\n “C\u00f3rdoba posee\u00a0cuatro enclaves patrimonio de la humanidad<\/a>, nosotros aspiramos a un turismo de excelencia, que aprecie y disfrute nuestra cultura y el de despedidas, el que es molesto por la noche, no es lo que queremos”, explica el concejal de Turismo de esa ciudad, Pedro Garc\u00eda (IU). “Vamos a trabajar con el resto de sectores y estudiar otros modelos para adoptar las medidas necesarias para acabar con este tipo de turismo”, recalca. “Este turismo de borrachera da\u00f1a la imagen de la ciudad y causa muchos problemas de convivencia a vecinos y visitantes”, sostiene Mu\u00f1oz, desde Granada.<\/p>\n Las despedidas de soltero llegaron a la ciudad de La Alhambra hace cuatro o cinco a\u00f1os en su formato actual: llamar la atenci\u00f3n, vestirse como un equipo e ir dando bandazos por la calle hasta que el cuerpo aguante. Los grupos se dejaban ver ya el viernes a mediod\u00eda. Hasta la vuelta el domingo, barra libre en muchos sentidos: bebida y comportamiento. En un fin de semana pueden coincidir en las calles de Granada entre 15 y 20 despedidas. En un principio, estos grupos llegaban a la ciudad por su cuenta, sin organizaci\u00f3n. Pero a toda realidad le florece el negocio correspondiente. A d\u00eda de hoy, Internet est\u00e1 lleno de agencias que organizan este tipo de eventos. Los paquetes que ofrecen oscilan entre los 29 euros, con cena y espect\u00e1culo, o los 115, donde entra alojamiento y otras actividades como spa, karting, paintball\u2026<\/p>\n Estas promotoras se han puesto en el punto de mira de hosteleros y administraciones p\u00fablicas, que los se\u00f1alan como responsables del auge de despedidas en sus calles. Los titulares de estas empresas se presentan, sin embargo, como parte esencial de la soluci\u00f3n y achacan al intrusismo y al incremento de los pisos tur\u00edsticos ilegales, la proliferaci\u00f3n de este tipo de despedidas. “Nosotros ejercemos un control sobre los grupos que nos contratan desde que llegan el viernes del AVE y hasta que se van”, cuenta Sergio Barrientos, responsable de Eclipse, una empresa encargada de la organizaci\u00f3n de eventos en Sevilla. Otras promotoras imponen normas de conducta: no pueden llevar meg\u00e1fonos ni pueden vestirse con disfraces sexistas o machistas. “Nosotros trabajamos con hoteles y con restaurantes, pero si esto no se regula, si hay establecimientos que ofrecen comidas por debajo del precio de mercado, si 20 personas se meten en un piso donde solo caben cinco\u2026 Sevilla se puede convertir en un destino\u00a0low cost<\/em>, un turismo que no es de calidad y que no nos gusta”, advierten.<\/p>\n En la capital andaluza tambi\u00e9n se celebran unas 15 o 20 despedidas de media cada fin de semana, pero la incidencia, aunque cada vez es m\u00e1s visible y molesta, no ha concitado la alarma del sector hostelero como en las capitales vecinas. “La incidencia que este tipo de celebraciones tiene en la ciudad es mucho menor que la que tiene en otras ciudades espa\u00f1olas. La promoci\u00f3n tur\u00edstica se centra en sus valores culturales, patrimoniales, su oferta gastron\u00f3mica, su artesan\u00eda, los congresos o la oferta deportiva”, asegura el delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores del Ayuntamiento, Juan Carlos Cabrera. Desde el gremio de la hosteler\u00eda, su presidente Antonio Luque abunda: “Las despedidas son bienvenidas siempre que sean respetuosas con la convivencia de los ciudadanos. Generan buenos ingresos para nuestros negocios y pueden ser la puerta para nuevas visitas a nuestra ciudad en el futuro. Pero las que vienen a molestar y tienen comportamientos inc\u00edvicos no las queremos”.<\/p>\n “El arrastre de las maletas por las aceras se est\u00e1 convirtiendo en el sonido que m\u00e1s oigo los fines de semana”, cuenta una vecina de M\u00e1laga sobre el desembarco de visitantes que ocupan pisos tur\u00edsticos. En Granada, la preocupaci\u00f3n es tan relevante que la polic\u00eda local, explica su portavoz Jacinto S\u00e1nchez, “dedica una patrulla de jueves a mediod\u00eda hasta el s\u00e1bado por la noche espec\u00edficamente a este asunto”. El objetivo es vigilar a los grupos de despedidas. “Controlamos que no hagan m\u00e1s ruido del permitido, que no beban en la v\u00eda p\u00fablica y que no exista rotura del mobiliario urbano”. Normalmente, todo queda en una advertencia o en una explicaci\u00f3n de la ordenanza local a los grupos. En ocasiones, no obstante, se procede a la requisa de aparatos de megafon\u00eda o de reproducci\u00f3n musical, adem\u00e1s de quitarles la bebida. La ordenanza local tipifica estas faltas como leves, con una multa entre 150 y 750 euros.<\/p>\n El Ayuntamiento de M\u00e1laga est\u00e1 tratando el asunto de las despedidas con las asociaciones de vecinos, el sector de la hosteler\u00eda y las agencias de alquiler vacacional y pisos tur\u00edsticos para poner coto a los comportamientos vand\u00e1licos. El concejal de Seguridad, Mario Cort\u00e9s, ha precisado que, adem\u00e1s de las posibles sanciones que puedan imponerse, es necesario implicar a los sectores econ\u00f3micos. Su idea es que los locales de restauraci\u00f3n y ocio ejerzan su “derecho de admisi\u00f3n” y proh\u00edban el paso a los grupos que puedan resultar “m\u00e1s agresivos o est\u00e9n pasados de alcohol”. Unas medidas que plantearon los hosteleros de C\u00f3rdoba que tambi\u00e9n reivindican el control de los apartamentos ilegales. “Los pisos tur\u00edsticos ilegales generan este modelo de turismo. Cuantos menos pisos de este tipo haya, menos despedidas de soltero habr\u00e1”, sostiene Pedro Pablo Fern\u00e1ndez, coordinador de Asento, la Asociaci\u00f3n de Empresas y Profesionales de Turismo, Ocio y Cultura de la provincia de C\u00f3rdoba, que impulsa la adopci\u00f3n de medidas para limitar la presencia de las despedidas de soltero y soltera all\u00ed.<\/p>\n Todos los implicados son conscientes de la dificultad de compaginar el endurecimiento de las medidas de seguridad con los derechos de libre circulaci\u00f3n. Conil de la Frontera y Tarifa, en C\u00e1diz, han sabido armonizar ambas premisas con f\u00f3rmulas que han conseguido mitigar e incluso integrar a las despedidas dentro de la idiosincrasia de los municipios.<\/p>\n El alcalde de Conil, Juan Berm\u00fadez (IU), fue el primero de la provincia de C\u00e1diz que puso coto a las despedidas en 2015 con una mayor vigilancia de las calles y establecimientos. A finales del a\u00f1o pasado decidieron redactar una nueva ordenanza de Convivencia Ciudadana que este verano ha entrado en vigor. Tan solo\u00a0en su primer fin de semana de aplicaci\u00f3n -el pasado 9 y 10 de junio<\/a>– sancionaron a 30 integrantes de despedidas con multas de hasta 3.000 euros, relacionadas con la alteraci\u00f3n del orden p\u00fablico o las vestimentas indecorosas. Tambi\u00e9n actuaron contra los locales y restaurantes que albergaban despedidas y los apartamentos de alquiler en los que dorm\u00edan sus integrantes.<\/p>\n Tarifa dijo basta a los disfraces grotescos y a las bandas de m\u00fasica que perturbaban la paz de vecinos y turistas en el verano de 2016.\u00a0El Ayuntamiento apost\u00f3 por aplicar con mayor severidad la normativa<\/a>\u00a0municipal que ya ten\u00eda en marcha para evitar ruidos y molestias; obligaron a determinados negocios a modificar sus licencias y denegaron otras actividades de ocupaci\u00f3n de la v\u00eda p\u00fablica, como las bicicletas colectivas que recorr\u00edan la localidad mientras se beb\u00eda alcohol a bordo. Y el control todav\u00eda sigue. El a\u00f1o pasado el consistorio interpuso hasta 180 sanciones por desorden p\u00fablico, muchas por despedidas. Adem\u00e1s, desde el Consistorio “se investigan los anuncios en redes sociales de este tipo de actividades”, como explica su regidor, el socialista Francisco Ruiz. Con todo, Tarifa sigue acogiendo despedidas de soltero, pero con un matiz muy diferente a las que el Ayuntamiento persigue. “Suelen ser grupos de amigos que van de chiringuitos y que se difuminan con el turismo, pero en general ya se han dejado de ver grupos con decoraciones ofensivas o que arman jaleo por la calle”, reconoce Ruiz. De hecho, el alcalde recalca que la ciudad “no tiene problema con quien venga a pas\u00e1rselo bien, pero siempre que sea de forma c\u00edvica”.<\/p>\nConil y Tarifa, pioneros<\/strong><\/h3>\n