La contaminaci\u00f3n ac\u00fastica del G\u00f2tic<\/strong>\u00a0ha provocado que Eva Vila,\u00a0integrante de la plataforma de vecinos\u00a0Fem G\u00f2tic<\/strong>, haya cambiado algunos h\u00e1bitos. \u201cHay momentos en los que a mi hijo de tres a\u00f1os le resulta imposible hacer la siesta. Lo cambio de habitaci\u00f3n o le modifico el horario para que pueda descansar\u201d, cuenta a\u00a0Metr\u00f3poli Abierta<\/strong>\u00a0sobre unas molestias provocadas por\u00a0bares o discotecas<\/strong> que cierran de madrugada, viandantes que van de un punto al otro del barrio gritando o\u00a0camiones de basura que pueden llegar a pasar por la misma calle hasta tres veces en una noche.<\/p>\n “Conozco vecinos que no pueden\u00a0conciliar el sue\u00f1o<\/strong>\u00a0a partir de las 3:00 horas o que han cambiado la distribuci\u00f3n del piso para poder\u00a0dormir<\/strong>“, a\u00f1ade.<\/p>\n Vila conoce sobre todo el panorama de la\u00a0calle Ample<\/strong>, que dice que est\u00e1 enfocado\u00a0al\u00a0ocio nocturno<\/strong>. Una realidad que no difiere demasiado de la que se vive en otras partes del barrio. El vecino Jos\u00e9 Manuel Benito apunta que, aunque est\u00e1 acostumbrado al ruido porque ha trabajado como\u00a0camarero durante toda su vida, por las noches\u00a0escucha demasiados \u201cgritos de\u00a0turistas<\/strong>\u00a0y\u00a0locales\u00a0<\/strong>que salen de fiesta\u00a0por\u00a0la\u00a0calle Escudellers<\/strong>“. Manuela Cuevas se\u00f1ala que sus o\u00eddos tambi\u00e9n conviven con \u201cturistas que se pelean entre ellos, bandas que se enfrentan tir\u00e1ndose\u00a0botellas de cristal\u00a0<\/strong>o gritos de chicas, a quien supongo que habr\u00e1n\u00a0robado<\/strong>\u00a0o algo por el estilo\u201d.<\/p>\n