La ordenanza municipal de protecci\u00f3n contra la contaminaci\u00f3n ac\u00fastica de Carballo ya est\u00e1 en vigor desde el lunes. Comienza as\u00ed su andadura normativa tras un proceso que ha llevado m\u00e1s de medio a\u00f1o. En junio del 2019, el texto ya esta listo, pero no se aprob\u00f3 en pleno hasta noviembre, y no hubo alegaciones.<\/p>\n
La ordenanza mantiene muchos de los supuestos de otros textos con el mismo objeto, y adem\u00e1s es muy t\u00e9cnica, especialmente a la hora de las mediciones. Regula infinidad de supuestos, y cuesta encontrar alguno que se le escape: desde dar voces por la calle a horas intempestivas o llevar un escape libre, hasta, por supuesto, los ruidos de los locales de negocio, que son los que generalmente generan m\u00e1s denuncias. Ya lo hac\u00edan hasta ahora, con una normativa gen\u00e9rica, pero suficiente para cerrar negocios.<\/p>\n
La clave, como siempre, va a estar en el conocimiento del texto, el nivel de respeto de cada vecino y, en \u00faltimo caso, del temor a las multas. Son muy variadas, pero se reparten en tres grandes grupos. Las leves, de hasta 600 euros de sanci\u00f3n; las graves, de hasta 12.000, y las muy graves, de hasta 300.000 euros.<\/p>\n
El listado de cada una tambi\u00e9n es muy extenso. Por ejemplo, explotar petardos o elementos pirot\u00e9cnicos fuera de los lugares y ocasiones autorizados, es leve. Realizar actividades musicales, de maquinaria o carga y descarga en la v\u00eda p\u00fablica, superando los l\u00edmites y fuera del horario, es grave, y emitir sonidos a un volumen que supere determinados niveles, es algo muy grave. Otra cosa ser\u00e1 localizar y medir en el momento.<\/p>\n