La polic\u00eda volvi\u00f3 a Lemon Club el d\u00eda de la reapertura y se march\u00f3 sin hacer nada.<\/p>\n
Incr\u00e9dulo, Franc\u00e9s pidi\u00f3 explicaciones a los funcionarios del Ayuntamiento, de la Agencia de Actividades (AdA). Vio en el Instagram del Lemon Club que el jueves 16 ten\u00edan una nueva fiesta.<\/p>\n
\u201cSupongo que ma\u00f1ana tendremos que ir a trabajar y al colegio durmiendo lo que podamos……”, les escribi\u00f3 ese d\u00eda. “No puedo entender que nuevas declaraciones responsables, con posibles cambios de cif anulen una sentencia del TSJ del precinto\u201d.<\/p>\n
La secretar\u00eda de la gerente de la AdA le dio al d\u00eda siguiente una respuesta kafkiana. No pod\u00edan ejecutar el precinto porque sobre el papel se trata de un nuevo negocio: \u201cEn la actualidad la situaci\u00f3n jur\u00eddica del local es diferente, toda vez que el t\u00edtulo habilitante para el funcionamiento de la actividad es la declaraci\u00f3n responsable n\u00famero 500\/2019\/13745, por lo que no resulta posible realizar precinto alguno a la actividad. Saludos\u201d.<\/p>\n
Parece una tomadura de pelo pero el Lemon Club est\u00e1 amparado por el sistema de la declaraci\u00f3n responsable, que supuso una revoluci\u00f3n en el funcionamiento de las licencias para negocios. La idea era acabar con el control previo y depositar la confianza en el empresario para que no tuvieran que soportar largas y costosas esperas. Con la declaraci\u00f3n responsable podr\u00edan abrir un negocio sin esperar la respuesta de los lentos bur\u00f3cratas. Iba a ser la soluci\u00f3n tambi\u00e9n para acabar con los “guateques”, el pago a funcionarios municipales para que agilizaran tr\u00e1mites.<\/p>\n
Esta reforma pro-empresa ha supuesto un alivio para muchos emprendedores que ya no tienen que pagar un alquiler del local a la espera del OK del Ayuntamiento. Pero mientras que en el caso de zapater\u00edas, mercer\u00edas u otras tiendas minoristas no suele haber conflictos, las quejas son frecuentes contra empresarios de bares, restaurantes y discotecas por las molestias que causan los humos, olores o ruidos.<\/p>\n
La reforma ha sido una pesadilla para muchos vecinos que se sienten indefensos, seg\u00fan varios abogados consultados.\u00a0“Nos llegan vecinos desesperados porque ven c\u00f3mo los propietarios de esos locales se salen con la suya”, dice Mar\u00eda de los Reyes\u00a0Rueda, abogada en Madrid y secretaria de la Asociaci\u00f3n Espa\u00f1ola de Abogados Urbanistas.<\/p>\n
Madrid, generosa con los bares<\/h3>\n
Cada Ayuntamiento ha establecido su propio abanico de actividades que pueden ser iniciadas con una declaraci\u00f3n responsable. Madrid ha sido m\u00e1s generosa que otras al permitir que tambi\u00e9n los hosteleros puedan abrir un negocio por esta v\u00eda expr\u00e9s, lo que era una\u00a0demanda del gremio de los hosteleros madrile\u00f1os.<\/a>\u00a0Otras como guarder\u00edas o consultas m\u00e9dicas quedaron fuera y deben someterse al control previo tradicional. Pero hoy los propios hosteleros se quejan de que la declaraci\u00f3n responsable les ha perjudicado por la competencia desleal de negocios que se saltan las normas. Hoy piden una reforma pero no desean ser excluidos del sistema r\u00e1pido.<\/p>\n En esa protesta les acompa\u00f1an en una extra\u00f1a alianza los vecinos del centro, que tantas veces han chocado con las asociaciones establecidas de hosteleros. “(El barrio de)\u00a0Malasa\u00f1a es la ciudad sin ley.<\/a>\u00a0Aqu\u00ed no se cumple nada”, dice Jordi Gordon portavoz de la campa\u00f1a vecinal SOS Malasa\u00f1a, vecinos en peligro de extinci\u00f3n.<\/p>\n BacOn, un restaurante de comida de cerdo estilo\u00a0fast food<\/em>, le ha amargado la vida a Jos\u00e9 Luis P\u00e9rez, un vecino de la calle San Vicente Ferrer, en Malasa\u00f1a.\u00a0El local dice ofrecer “un\u00a0producto ideal para consumir en las noches de fiesta para los j\u00f3venes que quieren ponerse ON de una forma econ\u00f3mica”.\u00a0Usa como salida de humo la puerta interior a la corrala de vecinos. El olor a fritanga impregna el piso de P\u00e9rez.\u00a0\u201cMi casa era mi refugio\u201d, lamenta.<\/p>\n El sistema falla porque la reforma no fue acompa\u00f1ada de un refuerzo de las plantillas de inspectores. En el caso de Madrid esta labor recae en la subdirecci\u00f3n de Disciplina Urban\u00edstica, que depende de la AdA. “La falta de inspecci\u00f3n es un mal end\u00e9mico de la administraci\u00f3n espa\u00f1ola”, critica Andr\u00e9s Betancor, catedr\u00e1tico de Derecho Administrativo en la Pompeu Fabra. Betancor cree que la declaraci\u00f3n responsable ha sido positiva pero advierte que la nueva cultura liberal no ha asumido la necesidad de perseguir a los infractores. “Si no se hace un ejercicio responsable de la libertad el castigo debe ser contundente”, dice Betancor.<\/p>\n Seis a\u00f1os despu\u00e9s de la reforma el nuevo gobierno ha anunciado cambios. El delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes,\u00a0dijo hace dos semanas<\/a>\u00a0que prepara una reforma\u00a0que “revolucionar\u00e1 el \u00e1mbito de las licencias. Fuentes, concejal de Ciudadanos en el Gobierno del PP y ese partido, ha dicho que busca entre otros objetivos revisar la disciplina y lograr m\u00e1s celeridad y eficacia ante actuaciones ilegales. La nueva ordenanza se encuentra en\u00a0tr\u00e1mite de consulta p\u00fablica previa.<\/a>\u00a0Su departamento no respondi\u00f3 a una consulta de este peri\u00f3dico sobre cu\u00e1ntos inspectores integran la subdirecci\u00f3n de Disciplina Urban\u00edstica.<\/p>\n Las demoras eran largas con el gobierno de la anterior alcaldesa, Manuela Carmena, y lo siguen siendo bajo Jos\u00e9 Luis Mart\u00ednez-Almeida.\u00a0Gorka Villanueva, que dirige el estudio de arquitectura especializado en licencias Madridlicencias.com, dice que sus clientes soportan largas esperas:\u00a0“Llevamos esperando m\u00e1s de un a\u00f1o para que revisen un gimnasio y m\u00e1s de tres meses para una peque\u00f1a cafeter\u00eda con terraza en el centro”.<\/p>\n Una portavoz de Fuentes asegura que desde que \u00e9ste lleg\u00f3 al cargo en verano se han reducido los tr\u00e1mites. “Uno de los primeros objetivos que se ha marcado es el de dictar las resoluciones de ineficacia en el menor plazo posible, precisamente para contrarrestar la posibilidad que tiene el declarante de ejercer la actividad desde el momento de la presentaci\u00f3n de la declaraci\u00f3n responsable”, dice la portavoz. Con Fuentes, agrega, los plazos ya se ha reducido a un mes y medio, frente a los dos meses que se promediaban en 2017 y los casi cuatro meses en 2016.<\/p>\n Pero casos como el del Lemon Club demuestran que esa primera notificaci\u00f3n a los empresarios no necesariamente les para los pies. Solo consiguen ese fin la visita de los inspectores y la orden de cierre, y esa fase sigue tardando mucho. Adem\u00e1s, esas \u00f3rdenes de cierre no sirven de nada si el Ayuntamiento sigue permitiendo que los empresarios las burlen presentando nuevas declaraciones responsables a nombre de otras sociedades o testaferros.<\/p>\n Los vecinos afectados se sienten abandonados. En muchos casos sus quejas solo avanzan en Disciplina Urban\u00edstica a base de presi\u00f3n. Franc\u00e9s, el vecino de Azca, ha tenido que dejar entrar en su dormitorio de madrugada a polic\u00edas municipales para que midan los decibelios del Lemon Club. “Se van y te echas a llorar cuando tu hijo peque\u00f1o sale del cuarto y te pregunta pap\u00e1, \u00bfpor qu\u00e9 nos pasa esto?”.<\/p>\n Lemon Club est\u00e1 en los bajos de un edificio de 17 plantas. Vecinos del piso d\u00e9cimo dicen sentir en sus dormitorios las vibraciones que emite el club, que no cierra hasta las seis de la ma\u00f1ana. Este viernes y s\u00e1bado la discoteca con capacidad para 300 personas ha celebrado fiestas universitarias con concurso de solteros y copas toda la noche a dos euros.<\/p>\n El club sigue abierto a pesar de que desde 2015 ha acumulado diez expedientes de la polic\u00eda municipal por infracciones graves o muy graves al exceder los l\u00edmites de ruido, por un total de 49.001 euros. Los agentes detectaron en una ocasi\u00f3n que Lemon Club hab\u00eda trucado el limitador de decibelios del reproductor musical y un altavoz activo (autoamplificado) en la cabina del DJ, que hac\u00eda que se alcanzaran niveles sonoros superiores a 100 decibelios, equivalente al ruido de una perforadora el\u00e9ctrica.<\/p>\n A\u00fan as\u00ed, los responsables de Lemon Club afirman en una entrevista que la sala ha sido multada “cero veces”.<\/p>\n El club es uno m\u00e1s de una decena de discotecas en la manzana de Azca, cercana al estadio Bernab\u00e9u, donde los vecinos han luchado desde los ’80 contra el ruido y la inseguridad. Pero mientras que otras discotecas llevan d\u00e9cadas funcionando, Lemon Club abri\u00f3 despu\u00e9s de que\u00a0el 27 de enero de 2015 entrara en vigor una norma municipal contra el ruido<\/a>\u00a0que prohib\u00eda la implantaci\u00f3n de nuevas discotecas.<\/p>\n “El Ayuntamiento declar\u00f3 una zona ambientalmente protegida y pas\u00f3 de todo, ni control\u00f3, ni ejecut\u00f3, ni nada”, dice el abogado que representa a los vecinos, Jorge Pinedo. “Se ha convertido en una mina para empresarios sin escr\u00fapulos”. Tanto Lemon Club como la vecina discoteca Rococ\u00f3 est\u00e1n siendo investigadas por la Fiscal\u00eda por un posible delito contra el medio ambiente del\u00a0art\u00edculo 325 del C\u00f3digo Penal,<\/a>\u00a0castigado con penas de hasta dos a\u00f1os.<\/p>\n Franc\u00e9s y sus vecinos dicen que est\u00e1n agotados por esta batalla. En la AdA a Franc\u00e9s le han explicado los funcionarios que un cierre de un negocio no es f\u00e1cil porque “deben ser garantistas”, pero \u00e9l les responde con otra pregunta: “\u00bfY las garant\u00edas para el ciudadano d\u00f3nde est\u00e1n?”.<\/p>\n![\"Los](\"https:\/\/ep01.epimg.net\/ccaa\/imagenes\/2020\/02\/14\/madrid\/1581675566_693854_1581792584_sumario_normal.jpg\")
“\u00bfPor qu\u00e9 nos pasa esto?”<\/h3>\n