{"id":2257,"date":"2020-07-01T09:11:52","date_gmt":"2020-07-01T07:11:52","guid":{"rendered":"https:\/\/juristas-ruidos.org\/?p=2257"},"modified":"2020-07-03T13:32:27","modified_gmt":"2020-07-03T11:32:27","slug":"oasis-de-silencio-en-el-corazon-de-las-ciudades","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/juristas-ruidos.org\/oasis-de-silencio-en-el-corazon-de-las-ciudades\/","title":{"rendered":"Oasis de silencio en el coraz\u00f3n de las ciudades"},"content":{"rendered":"
Silencio. El confinamiento sirvi\u00f3 para aplacar el ruido en las ciudades y ense\u00f1arnos a apreciar los beneficios de la vida diaria por debajo de los 55 decibelios. En Lleida, sin ir m\u00e1s lejos, la presi\u00f3n ac\u00fastica disminuy\u00f3 hasta ocho veces y la percepci\u00f3n sonora aument\u00f3 un 14%. En Barcelona, los niveles sonoros se redujeron m\u00e1s de 9 decibelios, sin el fragor del tr\u00e1fico ni el martilleo incesante de las obras. El bramido del monstruo urbano dej\u00f3 paso a una repentina quietud.<\/p>\n
“La gente teme al silencio como teme a la oscuridad”, advierte Gordon Hempton, de profesi\u00f3n “ecologista ac\u00fastico”. “En el fondo, es un temor a lo desconocido, porque en las ciudades\u00a0nos hemos habituado a vivir entre ruidos sin ser conscientes de c\u00f3mo afecta a nuestra salud<\/strong>. La experiencia del confinamiento ha servido para redescubrir el valor del silencio. Mucha gente ha vuelto a escuchar el canto de los p\u00e1jaros, o el sonido de sus propios pasos caminando por la calle”.<\/p>\n Gordon Hempton dio la vuelta al mundo, con parada en Do\u00f1ana, a la busca del silencio natural<\/strong>. Tiempo despu\u00e9s recorri\u00f3 Estados Unidos de costa a costa, registrando la sucesi\u00f3n de sonidos aut\u00f3ctonos. En las Olympic Mountains, a tiro de piedra de Seattle, cre\u00f3 la simb\u00f3lica “Pulgada de Silencio”, algo as\u00ed como un oasis de cordura en un mundo estrepitoso. Su \u00faltimo proyecto se llama\u00a0Quiet Parks International<\/strong>, con la meta de crear una red global del “parques del silencio”.<\/p>\n La singladura arranc\u00f3 el D\u00eda de la Tierra del 2018 con la creaci\u00f3n del primer\u00a0quiet park<\/em>\u00a0en una zona natural, el r\u00edo Zabalo en Ecuador, en plena Amazonia y con la bendici\u00f3n de la comunidad ind\u00edgena cof\u00e1n. El salto cualitativo se ha dado ahora, en el D\u00eda de la Tierra del 2020, con el reconocimiento del primer “parque del silencio” urbano en Yangmingshan, en las afueras de Taipeh y con el respaldo del Gobierno de Taiwan.<\/p>\n “El mundo se enfrenta a una pandemia y\u00a0necesitamos m\u00e1s que nunca escuchar a la Madre Naturaleza, por nuestra salud f\u00edsica y mental”<\/strong>, asegur\u00f3 Laila Fan, al frente de la Asociaci\u00f3n de Paisajes Sonoros de Taiwan. “Con sus bosques frondosos, sus aguas l\u00edmpidas y el sonido natural de los p\u00e1jaros y los insectos en sus senderos, Yangmingshan es un para\u00edso que puede ayudar a limpiar nuestro cuerpo, a aclarar nuestra mente y a reclamar nuestro esp\u00edritu”.<\/p>\n En Europa, la delantera la lleva Suecia, con cinco parques en Estocolmo esperando la certificaci\u00f3n del “silencio”. All\u00ed vive Ulf Bohman, director ejecutivo de Quiet Parks International, que resume tal que as\u00ed los requisitos: “En un parque urbano, el silencio natural completo es imposible, pero s\u00ed pueden existir lugares concretos<\/strong>\u00a0en los que los sonidos naturales est\u00e1n en primer plano y el sonido de la ciudad pasa al fondo, o puntos en los que uno pueden sentir la inmersi\u00f3n total en la naturaleza, sin estructuras humanas a la vista”.<\/p>\nPARQUES EN EUROPA<\/h2>\n
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