{"id":2318,"date":"2020-10-24T08:37:22","date_gmt":"2020-10-24T06:37:22","guid":{"rendered":"https:\/\/juristas-ruidos.org\/?p=2318"},"modified":"2020-10-26T08:40:36","modified_gmt":"2020-10-26T07:40:36","slug":"breve-historia-del-ruido","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/juristas-ruidos.org\/breve-historia-del-ruido\/","title":{"rendered":"Breve historia del ruido"},"content":{"rendered":"

Entonces el pueblo grit\u00f3<\/b>, y los sacerdotes tocaron las trompetas; y aconteci\u00f3 que cuando el pueblo hubo o\u00eddo el sonido de la trompeta, el\u00a0pueblo grit\u00f3 con gran vocer\u00edo<\/b>, y el muro cay\u00f3 a plomo.<\/b><\/u>\u00a0<\/b>El pueblo subi\u00f3 luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron.\u201d (Josua 6.20)<\/b><\/p>\n

En Arist\u00f3teles<\/b>, por ejemplo, el ideal de la felicidad estaba en la vida contemplativa del que con paz y tranquilidad puede meditar, y la tradici\u00f3n de las filosof\u00edas orientales ha hecho\u00a0del silencio condici\u00f3n indispensable para la riqueza de la vida interior.<\/b><\/p>\n

<\/div>\n

Los sibaritas(Sibari) llegaron a prohibir que se establecieran herreros, ni carpinteros, ni siquiera animales escandalosos, como el gallo.<\/p>\n

S\u00e9neca a Lucilio: salud<\/p>\n

Morir\u00e9 ya que\u00a0el silencio es tan necesario<\/b>\u00a0como parece para el que quiere retirarse al estudio. Y as\u00ed me hallo rodeado de un\u00a0griter\u00edo abigarrado<\/b>: habito sobre unos ba\u00f1os. Fig\u00farate\u00a0todos los tipos de gritos<\/b>\u00a0que pueden repugnar a los o\u00eddos: cuando los atletas m\u00e1s fuertes hacen ejercicio y bracean con las manos cargadas de plomo, cuando se fatigan o hacen el fatigado, siento los gemidos….A\u00f1ade todav\u00eda al buscar razones, y el ladr\u00f3n sorprendido en su delito, y el cantar\u00edn que percibe que en el ba\u00f1o su voz es la mejor; a\u00f1ade a los que saltan a la piscina con gran estruendo del agua removida. Adem\u00e1s de estos, los cuales, al menos, hacen uso de la voz natural, fig\u00farate\u00a0al depilador<\/b>, que a menudo tiene una voz aguda y estridente, para hacerse m\u00e1s de notar y que no calla nunca, salvo cuando\u00a0depila unas axilas,<\/b>\u00a0y en lugar de \u00e9l, hace chillar a otro; Fig\u00farate todav\u00eda el pastelero, y el salchichero, y el confitero y todos los proveedores de tabernas que\u00a0venden las mercanc\u00edas con su cantinela caracter\u00edstica.<\/b><\/p>\n

Entre los ruidos que suenan a m\u00ed alrededor sin distraerme<\/b>, pongo los carros que pasan por la calle, y el manitas que vive bajo mi casa, y mi vecino el serrador, y aquel otro que cerca de la (fuente)ensaya las trompetas y flautas, y que m\u00e1s que cantar, a\u00falla.<\/p>\n

Julio C\u00e9sar<\/b>\u00a0prohibi\u00f3 la circulaci\u00f3n de carruajes en Roma a determinadas horas del d\u00eda para anular las molestias que causaba el ruido que produc\u00eda su tr\u00e1nsito por las calzadas empedradas.<\/p>\n

Nadie como\u00a0Marcial\u00a0<\/b>para describir en coloridos bodegones y\u00a0cuadros callejeros<\/b>\u00a0la agitaci\u00f3n, el ruido, de la vida romana.<\/b>\u00a0Marcial conoce bien Roma y sus gentes: de sus obras podr\u00eda levantarse un plano de la misma \u2013estrechas y reducidas callejas, barro, pretores, negras tabernas, barberos, lateros, pregoneros carniceros- y pintarse un cierto retrato de sus gentes: el comensal par\u00e1sito, los borrachos, el presumido, el adulador, el abogado charlat\u00e1n, etc.<\/p>\n

\u201cPor cierto, se\u00f1or \u2013respondi\u00f3 Sancho-, que vuestra merced sea muy bien obedecido en esto, y m\u00e1s, que yo de m\u00edo me soy pac\u00edfico y\u00a0enemigo de meterme en ruidos<\/b>\u00a0ni pendencias; bien es verdad que en lo que tocare a defender mi persona no tendr\u00e9 mucha cuenta con esas leyes,\u00a0pues las divinas y humanas permiten que cada uno se defiende de quien quisiera agraviarle<\/b>.” (Fragmento del Cap\u00edtulo VIII del Quijote).<\/p>\n

“El ruido es una antigua tara civilizatoria” Es un residuo, afirmaba Ram\u00f3n Mart\u00edn Mateo.<\/p>\n

El ruido es el mayor enemigo de la inteligencia (…) \u00danicamente las sociedades modernas lo combaten” indica F\u00e9lix de Az\u00faa.<\/p>\n

Oiase a trav\u00e9s de las\u00a0turbias ondas un gran ruido.<\/b>\u00a0Lleno de horror que hacia retemblar las dos orillas semej\u00e1ndose a un viento impetuoso impelido por contrarios ardores que se ensa\u00f1a en las selvas y sin tregua las ramas rompe y desgaja; y las arroja fuera; y marchando polvoroso y soberbio. Hace huir a las fieras y a los pastores… (Canto nono). (El infierno de Dante)<\/b><\/p>\n

“Esta Alcald\u00eda Presidencia ha observado que los ruidos de esta Villa y Corte aumentan hasta hacerse intolerables.<\/p>\n

J\u00f3venes sin escr\u00fapulos, que gustan de ostentar prepotencia y mostrarse ante s\u00ed mismos y los dem\u00e1s superiores a cualquier norma y acatamiento, vociferan con tal estruendo o producen tales ruidos con las m\u00e1quinas de correr que llaman motocicletas, que impiden el sue\u00f1o apacible y reposado que el trabajo cotidiano de nuestros vecinos requiere. Agav\u00edllanse en ocasiones estos j\u00f3venes, por lo com\u00fan adolescentes, para que el n\u00famero aumente el estruendo y fortalezca la impunidad de su deplorable conducta.<\/p>\n

A veces, no ya los j\u00f3venes, sino los adultos, caen en parecido incivismo y descuido alzando considerablemente la voz de los ingenios que reproducen el sonido, mientras tienen los postigos y las vidrieras de ventanas y balcones abiertos, con lo que perturban, particularmente de noche, la sensibilidad y el \u00e1nimo de los vecinos, moradores o viandantes.<\/p>\n

No faltan tampoco quienes hablan con voz estent\u00f3rea, gritan o anuncian mercanc\u00edas, o tocan instrumentos musicales sin el debido y sol\u00edcito recato, molestando a quienes duermen sobre todo en las horas de descanso que corresponden a la siesta.<\/p>\n

Por cuya raz\u00f3n, velando por la paz y el sosiego de esta Villa, encarezco a sus habitantes cuiden de su comportamiento para no a\u00f1adir a las molestias y congojas que toda ciudad grande ocasiona, las que nacen de la mala educaci\u00f3n y poco civismo.”(Tierno Galv\u00e1n)<\/p>\n

Como indicaba Fray Luis de Le\u00f3n:<\/p>\n

Qu\u00e9 descansada vida<\/p>\n

La del que\u00a0huye del mundanal ruido<\/b><\/p>\n

Y sigue la escondida<\/p>\n

Senda por donde han ido<\/p>\n

Los pocos sabios que en el mundo han sido \u00a1<\/p>\n

Joaqu\u00edn Sabina…hubo una epidemia de tristeza en la ciudad.<\/p>\n

Se borraron las pisadas, se apagaron los latidos,<\/p>\n

Y con tanto ruido no se oy\u00f3 el ruido del mar<\/b><\/p>\n

Mucho, mucho ruido, tanto, tanto ruido<\/p>\n

Mucho, mucho ruido, Ruido de tijeras,<\/p>\n

Ruido de escaleras que se acaban por bajar.<\/p>\n

“Las obras comenzaron a traici\u00f3n un lunes a las ocho en punto de la ma\u00f1ana. No hubo preludios ni oberturas, nada que hiciera presagiar lo que se avecinaba. \u00bfHabr\u00edan sido distintas las cosas de haber recibido antes un gentil aviso de que ya pod\u00eda ir despidi\u00e9ndome de la paz y el orden durante una temporada? Sea como fuere, el inicio de las obras me pill\u00f3 en la cama, lamentablemente sola, pues ciertos tragos resultan m\u00e1s llevaderos si una est\u00e1 acompa\u00f1ada, pero desde mi divorcio los retozos en equipo brillaban por su ausencia. Acababa de abrir los ojos y como cada ma\u00f1ana trataba de hacer acopio de valor y energ\u00eda para levantarme cuando, de repente, una serie de\u00a0violentos martillazos<\/b>\u00a0que parec\u00edan salir justo de debajo de mi almohada hicieron retumbar de forma ominosa el suelo y las\u00a0paredes y convirtieron en zona catastr\u00f3fica el c\u00e1lido y delicioso habit\u00e1culo donde segundos antes remoloneaba<\/b>,….\u00a0Expulsada de la cama por los martillazos<\/b>, me precipit\u00e9 a la ducha con el coraz\u00f3n en un pu\u00f1o y a tal velocidad que probablemente bat\u00ed una marca personal.” (Mercedes Abad, “El vecino de abajo” (Alfaguara, 2007)<\/p>\n

\u201c[…] Yo soy un hombre y, en ocasiones, me entran ganas de cantar. Pero soy consciente de que si hay alguien cerca de m\u00ed, estudiando, leyendo o durmiendo, quiz\u00e1s pueda molestarle. Por lo tanto, a pesar de lo grandes que sean mis ganas de cantar o de dedicarme a la recitaci\u00f3n de poemas cl\u00e1sicos chinos,\u00a0me reprimir\u00e9 si<\/b>\u00a0tengo cerca a alguien que\u00a0necesita silencio<\/b>\u00a0para llevar a buen t\u00e9rmino su tarea. Pues bien, lo mismo ten\u00e9is que hacer vosotros. […]\u201d (Natsume Soseki, \u201cSoy un gato\u201d (1906), (Impedimenta, 2010)<\/p>\n

\u201c[…] Es triste que en un pa\u00eds la idea de fiesta incluya con tanta regularidad\u00a0la ocupaci\u00f3n vand\u00e1lica de los espacios comunes, el ruido intolerable,<\/b>\u00a0las toneladas de basura, el maltrato a los animales, el desprecio agresivo por quienes no participan en el jolgorio: mucho m\u00e1s triste es que la autoridad democr\u00e1tica haya organizado y financiado esa barbarie, la haya vuelto respetable, incluso haya alentado la intolerancia hacia cualquier actitud cr\u00edtica. Cualquier objeci\u00f3n es una injuria contra la comunidad entera. Y qui\u00e9n se atrever\u00e1 a disentir desde dentro, a actuar como renegado o traidor y aceptar el ostracismo.\u201d en al o\u00eddo. […]”(Antonio Mu\u00f1oz Molina, \u201cTodo lo que era s\u00f3lido\u201d (Seix Barral, 2013)<\/p>\n

\u0095”Entramos en un bar para que don Alonso comprobara por s\u00ed mismo el milagro de la televisi\u00f3n.\u00a0La pantalla estaba encendida, pero ninguno de los parroquianos la contemplaba.<\/b>\u00a0Algunos se hallaban ensimismados con los m\u00f3viles, y otros simplemente conversaban a voz en grito. Esto \u00faltimo lo advirti\u00f3 enseguida nuestro hidalgo: -\u00bfPor qu\u00e9 hablan a gritos? \u00bfEs que est\u00e1n sordos o enojados? Parecen m\u00e1s bien alegres con sus libaciones. Son hombres y mujeres, y ellas no tienen aspecto de rameras. […] -[…]\u00a0Uno de estos d\u00edas iremos a Toledo y luego a Madrid. Ya ver\u00e1 usted lo que es bullicio”\u00a0<\/b>Amando De Miguel, \u201cDon Quijote en la Espa\u00f1a de la reina Letizia\u201d (Stella Maris, 2016)<\/p>\n

La poes\u00eda es silencio.<\/p>\n

El silencio<\/b><\/p>\n

de Federico Garc\u00eda Lorca<\/b><\/p>\n

Oye, hijo m\u00edo, el silencio.<\/p>\n

Es un silencio ondulado,<\/p>\n

un silencio,<\/p>\n

donde resbalan valles y ecos<\/p>\n

y que inclina las frentes<\/p>\n

hacia el suelo.<\/p>\n

…<\/p>\n

y cuando todo se acabe<\/p>\n

por siempre en el universo,<\/p>\n

ser\u00e1 un silencio de amor<\/p>\n

el silencio. (Andr\u00e9s Eloy Blanco)-<\/p>\n

Fuente: elcorreoweb.es<\/a><\/div>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Entonces el pueblo grit\u00f3, y los sacerdotes tocaron las trompetas; y aconteci\u00f3 que cuando el pueblo hubo o\u00eddo el sonido de la trompeta, el pueblo grit\u00f3 con gran vocer\u00edo, y el muro cay\u00f3 a plomo. El pueblo subi\u00f3 luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron.\u201d (Josua 6.20)<\/p>\n","protected":false},"author":15,"featured_media":2320,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":[],"categories":[108,109],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/juristas-ruidos.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2318"}],"collection":[{"href":"https:\/\/juristas-ruidos.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/juristas-ruidos.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/juristas-ruidos.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/15"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/juristas-ruidos.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=2318"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/juristas-ruidos.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2318\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":2319,"href":"https:\/\/juristas-ruidos.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2318\/revisions\/2319"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/juristas-ruidos.org\/wp-json\/wp\/v2\/media\/2320"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/juristas-ruidos.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=2318"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/juristas-ruidos.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=2318"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/juristas-ruidos.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=2318"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}