Los ladridos y los aullidos de los perros tambi\u00e9n son contaminaci\u00f3n ac\u00fastica. Esto es lo que ha sentenciado el juzgado de lo Contencioso-Administrativo n\u00famero 5 de Sevilla, que ha condenado al Ayuntamiento de Espartinas a cumplir el reglamento de Protecci\u00f3n contra la contaminaci\u00f3n ac\u00fastica en Andaluc\u00eda del a\u00f1o 2012, en relaci\u00f3n con las correspondientes inspecciones medioambientales a fina de determinar la existencia de posibles infracciones en materia medioambiental. <\/p>\n
Unos vecinos reclamaron al Ayuntamiento para que dictara una resoluci\u00f3n declarando que exist\u00eda una “afecci\u00f3n sonora” en su vivienda como consecuencia del ruido provocado por unos perros que hab\u00eda en una vivienda pr\u00f3xima. La Concejal\u00eda de Medio Ambiente del Consistorio rechaz\u00f3 aplicar en este caso el reglamento de Protecci\u00f3n contra la contaminaci\u00f3n ac\u00fastica, alegando que no exist\u00eda una ordenanza de ruidos y que aplicar\u00eda la de animales. <\/p>\n
En la sentencia, el juez da la raz\u00f3n a los vecinos y recoge que la Polic\u00eda Local comprob\u00f3 en el a\u00f1o 2004 c\u00f3mo hab\u00eda “contantes ladridos y aullidos de varios perros”, que provocaban un ruido que no ces\u00f3 en ning\u00fan momento durante la inspecci\u00f3n de los agentes. <\/p>\n
Un informe pericial ac\u00fastico elaborado por un ingeniero industrial certific\u00f3 como en la vivienda afectada se superaron los niveles m\u00e1ximos permitidos entre 7 y 33 decibelios, por lo que al superarse en m\u00e1s de seis decibelios el m\u00e1ximo permitido “se considera que se pone en peligro grave la seguridad o la salud de las personas”, al tiempo que los niveles de ruido registrados son “intolerables, incompatibles con el descanso y con el uso normal de una vivienda”. <\/p>\n
En el expediente administrativo constaban adem\u00e1s declaraciones de vecinos que denunciaban que hab\u00edan sufrido molestias por el ruido de los ladridos y aullidos, mientras que otros dec\u00eda no que causaban molestias, pero el juez concluye que “consta prueba suficiente” que acredita que en determinados momentos el ruido no se mantiene en los l\u00edmites tolerables, “debiendo la Administraci\u00f3n comprobar tales hechos”.<\/p>\n