Los resultados de un nuevo estudio publicado en la revista científica ‘Alzheimer’s & Dementia’ apoyan la evidencia científica que sugiere que el ruido puede influir en el riesgo de las personas de desarrollar demencia más tarde en la vida.
Los investigadores estudiaron a 5.227 participantes del Proyecto de Salud y Envejecimiento de Chicago (Estados Unidos) que tenían 65 años o más, de los cuales el 30 por ciento tenía un deterioro cognitivo leve y el 11 por ciento tenía la enfermedad de Alzheimer.
Según sus hallazgos, las personas que vivían con 10 decibeles más de ruido cerca de sus residencias durante el día tenían un 36 por ciento más de probabilidades de tener un deterioro cognitivo leve y un 30 por ciento más de probabilidades de tener la enfermedad de Alzheimer.
“Estos hallazgos sugieren que dentro de las comunidades urbanas típicas, los niveles más altos de ruido pueden impactar en los cerebros de los adultos mayores”, explica la autora principal del trabajo, Sara D. Adar, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan.
La experta añade que “aunque el ruido no ha recibido mucha atención hasta la fecha, existe una oportunidad de salud pública aquí, ya que hay intervenciones que pueden reducir las exposiciones tanto a nivel individual como de población”.
Otros estudios, como uno publicado en septiembre de 2018 por el jefe del departamento de Epidemiología y Bioestadística del Instituto de Salud Carlos III, Julio Díaz, el ruido del tráfico influye negativamente en los síntomas asociados a enfermedades neurodegenerativas, como la esclerosis múltiple, el Parkinson, la demencia y el Alzheimer.
Además, de acuerdo con una investigación publicada en enero de este año en la revista ‘Environmental Health’, vivir cerca de carreteras principales o autovías está relacionado con una mayor incidencia de demencia y enfermedad de Parkinson.
Los investigadores, de la Universidad de Columbia Británica (Canadá), analizaron los datos de 678.000 adultos en el área metropolitana de la ciudad de Vancouver. Según sus hallazgos, vivir a menos de 50 metros de una carretera principal o a menos de 150 metros de una autopista se asocia con un mayor riesgo de desarrollar estas enfermedades, probablemente debido a una mayor exposición a la contaminación del aire.