Una mesa para cerca de treinta comensales montada en la plaza de San Francisco de Málaga
No hay rincón del Centro Histórico donde no surjan nuevos establecimientos de hostelería, negocios que encuentran enseguida respuesta en forma de clientela que llena los locales y las terrazas, que en ocasiones se extienden de forma extraordinaria para acoger a tantos comensales. Algo en lo que repara un residente del centro de la ciudad, Óscar Agudo, quien reflexiona sobre este asunto y envía un escrito al periódico acompañado de unas fotografías. «Como residentes del Centro sabemos por experiencia que las autoridades competentes no tienen interés alguno en regular los excesos de ocupación de vía pública, pasándolas por alto ya sea en verano o en el resto del año, aunque ello signifique no sólo un exceso de ruido, sino problemas de seguridad y accesibilidad». Agrega que «igualmente sabemos cómo la hostelería a diario pone más y más mesas en función de la demanda y en busca de una mayor rentabilidad. Pero ¿cuál es el límite?», se pregunta a la vista de las imágenes que acompañan este texto. «Sirva de ejemplo el local situado en la reciente reformada plaza de San Francisco, donde parece no tenerlo», escribe.
Lo que plantea este ciudadano no es nada nuevo. A la vista está la cantidad de establecimientos de hostelería que hay en el centro de la ciudad y que siguen abriendo, algo que está provocando en no pocas ocasiones situaciones abusivas y conflictivas. Y es que la ciudad se ha convertido en un auténtico parque temático diseñado para atender al ocio y al turismo sin mirar más allá. Una Málaga en la que cada vez se hace más complicado vivir. Sobre todo para los residentes en el centro de la ciudad.
Calle Aral: balancín roto
En el parque infantil de la calle Aral hay un balancín roto, según indica un vecino de la zona, que envía varias fotografías del aparato al periódico. En las imágenes se aprecia que el aparato se ha desprendido de su base y ha quedado volcado, por lo que los pequeños usuarios del recinto no lo pueden utilizar hasta que no se repare.
Plaza Colmenillas: carros abandonados
En la plaza Colmenillas, en la barriada de Dos Hermanas, hay unos carros de supermercados llenos de diversos enseres que llevan allí tiempo, según advierte un vecino.
Fuente: diariosur.es
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