El Consorcio afirma que programa actos familiares y diurnos aunque se ofrece a dialogar con los vecinos afectados del Grao
valencia. El tinglado 2 se ha elegido como el lugar de encuentro para los eventos vecinales de la Marina, el ágora como también se ha etiquetado a la nave modernista situada junto al edificio del Reloj. Pero el reverso de la moneda es que el recinto ha sido objeto de las primeras críticas vecinales debido a los ruidos provocados por estas actividades. En concreto, la celebrada el pasado fin de semana, llamada Circuito de Música Urbana Valencia, con dos escenarios, un espacio gastronómico, pintura en directo, conciertos infantiles, un mercadillo de venta de discos y talleres.
La primera edición de este evento se realizó en Ruzafa y la segunda en el Cabanyal. El horario que aparece en el programa fue el sábado de once de la mañana hasta que acabó el último concierto, iniciado a las 23.15 horas. El domingo, la sesión finalizó pasadas las siete de la tarde. Vecinos de la calle J.J. Dómine que contactaron con LAS PROVINCIAS señalaron que lo peor fue el «ruido constante durante todo el día, no se podía estar en casa ni con las ventanas cerradas».
El tinglado 2 está pendiente de rehabilitación tras una pequeña obra de mejora que ha servido para habilitarlo. La inversión prevista asciende a 650.000 euros y la intención es que siga siendo un espacio diáfano, indicaron fuentes del Consorcio Valencia 2007. Para los vecinos de enfrente, la solución pasa porque «todas las actividades que quieren hacer aquí se las lleven a los otros tinglados porque enfrente no vive nadie», en referencia a las naves gemelas donde ahora se desmantelan las instalaciones de la Fórmula 1.
Los residentes señalaron que el evento musical que ha durado dos días «es una más de las actividades de las últimas semanas que han generado ruido. Siempre hay algo, sea una carrera o un baile». El anterior mandato, el tinglado 2 se planteó para un mercado gourmet, aunque el nuevo gobierno municipal decidió que fuera el centro de todo tipo de actividades sociales y vecinales.
Desde el Consorcio indicaron que tienen la puerta abierta para «escuchar a los vecinos», para afirmar que el formato de eventos en el tinglado 2 es familiar y diurno. «La música sonó cinco horas cada día», precisaron, para subrayar también el respeto al límite de decibelios.
De cara a la programación en el futuro de nuevas citas, señalaron que «analizaremos las quejas de los vecinos». Durante las regatas de la Copa América se colocaron una pantallas de cristal en la parte oeste, que recae a la calzada colindante con el tinglado. «No sabemos dónde están ahora pero es necesaria la colocación de pantallas acústicas porque los edificios de J.J. Dómine hacen de pantalla y rebota todo el sonido. El domingo no quedó más remedio que marcharnos por el ruido tan constante que había».
Fuente: lasprovincias.es
Deja tu comentario