Entre las medidas recogidas se establece la posibilidad de implantar un plan de aislamiento acústico para las viviendas más afectadas por el aeródromo

Aena ya tiene Plan de acción contra el ruido para el aeropuerto de Guacimeta. Es el trabajo que complementa al Mapa estratégico de ruido, en su tercera fase. Este Plan de acción completa las actuaciones correctoras necesarias para las zonas donde se superan los objetivos de calidad acústica.

Hay que recordar que el Mapa estratégico revelaba que en Lanzarote hay 8.500 vecinos que están expuestos a unos niveles de ruido por encima de los 55 decibelios, la mayoría de ellos en Playa Honda (San Bartolomé), pero también en Arrecife, en los Diseminados y la parte norte de Argana Alta, y en la urbanización Matagorda de Tías.

El ruido por encima de 55 decibelios afecta a 1.800 viviendas en la capital, otras 1.800 en San Bartolomé y unas 300 casas en el municipio de Tías. El Plan comprende cuatro elementos principales: la reducción del ruido en la fuente, la planificación y gestión de la utilización de los terrenos, las operaciones de atenuación del ruido y las restricciones a las operaciones de las aeronaves.

Según Aena, muchas de las medidas ya tienen “un notable grado de implantación y madurez, consecuencia de la política de gestión del ruido ambiental que desde hace varios años lleva desarrollando el aeropuerto de Lanzarote”, pero se han recogido en el plan de acción para asegurar su mantenimiento y continua mejora.

En el primer caso, en cuanto a la reducción de los niveles de emisión en fuente, se trata de medidas que se basan en los límites de certificación acústica de los aviones.

En cuanto a medidas sobre las operaciones, el Plan señala que se mantendrá la actual configuración de pistas preferentes “mientras la demanda lo permita”, así como el desplazamiento de umbral en cabecera, además de un estudio para la implantación de un sistema de tasa de ruido para desincentivar el uso de las aeronaves más ruidosas mediante la aplicación de penalizaciones para los aviones que superen los límites de certificación acústica establecidos.

También se elaborará el estudio necesario para la delimitación de la servidumbre acústica del aeropuerto y su plan de acción asociado, y una vez aprobada dicha servidumbre, “deberá tenerse en cuenta por las Administraciones competentes en materia de ordenación del territorio y urbanismo” para que no se desarrollen usos incompatibles con la navegación aérea.

Insonorización

Además, se llevará a cabo un Plan de aislamiento acústico, como medida “encaminada a minimizar las molestias que ocasiona en el entorno de los aeropuertos el ruido producido por las aeronaves en sus operaciones de despegue y aterrizaje”.

Este Plan se ejecuta en aquellas viviendas y edificaciones de usos sensibles (docente, sanitario y cultural que requieran una especial protección contra la contaminación acústica), incluidas dentro de la envolvente de ruido del aeropuerto.