La Orden de 1 de septiembre de 2020, para la aplicación en la Comunidad Autónoma de Andalucía de medidas de prevención en materia de salud pública para responder ante la situación de especial riesgo derivada del incremento de casos positivos por COVID-19,indica:

«Decimoquinto. Medidas para establecimientos de ocio y esparcimiento y para reuniones en espacios públicos.

1. Los establecimientos de esparcimiento y de esparcimiento para menores definidos de conformidad con lo dispuesto respectivamente en los epígrafes III.2.8.a) y III.2.8.b) del Catálogo de Espectáculos Públicos, Actividades Recreativas y Establecimientos Públicos de la Comunidad Autónoma de Andalucía, aprobado por el Decreto 155/2018, de 31 de julio (LAN 2018, 334), no tendrán autorizada su apertura.

2. Se prohíbe el consumo, colectivo o en grupo, de bebidas en la calle o en espacios públicos ajenos a los establecimientos de hostelería, incluidos los llamados popularmente «botellones», que serán consideradas situaciones de insalubridad. Asimismo, se prohíbe la participación en cualquier agrupación o reunión de carácter privado, o no regulado, de más de 10 personas que tenga lugar en espacios públicos, ajenos a los establecimientos de hostelería o similares en la vía pública y en otros lugares de tránsito, y serán considerados como situaciones de insalubridad.

3. No podrán realizarse actividades asimilables a las descritas en este apartado que se desarrollen en cualquier otro tipo de establecimiento, incluidas las fiestas en piscinas o instalaciones exteriores de establecimientos hoteleros, así como en embarcaciones marítimas, llamadas boat’s partys (fiesta en el barco).».».

Cuenta Tito Livio que, en el año 186 a. de C., el Senado romano prohibió las bacanales, las fiestas que los jóvenes celebraban cuando llegaba la primavera en honor del dios Baco.

Sus orígenes se remontan a unas arcaicas celebraciones basadas en los cultos lunares. Los ritos báquicos, en Grecia , representaban una oposición radical de los hombres y mujeres jóvenes a lo establecido y admitido.

Y escapaban al control del Estado y de la familia.

Plauto, decía que las bacanales estaban presididas por el desorden y la juerga y en ellas fluía a cántaros el vino barato. Allí se producía la iniciación juvenil en los secretos de la vida. Y los participantes, que no se habían realizado plenamente, realizaban una especie de juramento que les permitía reconocerse en la vida cotidiana mediante una señal.

El tratado de Ibn Abdun que regulaba la vida en Andalucía en el siglo XII ordenaba retirar las armas a los mozos que vayan a una fiesta, antes de que se emborrachen ….¿Hay algo más parecido a un botellón que una feria andaluza? .

Las repercusiones sociales sanitarias (Alcohol, coronavirus,limpieza) e inmobiliarias que están teniendo las reuniones de jóvenes en la vía pública están fuera de toda duda. Se trata de un fenómeno de reciente impacto jurídico .

La primera característica de estas reuniones es que producen ruido nocturno. E infecciones. Ruido no productivo. Ruido a la hora en que la mayor parte de la población se encuentra descansando. Si para el profesor Ramón Martín Mateo el ruido es un residuo, más lo es cuando el mismo no es producto de un proceso productivo.

La segunda característica es que producen ingentes cantidades de basura .Basura desinhibida, es decir, que no importa arrojar en cualquier lugar. Micciones .Olores.

La tercera característica es que esta basura retroalimenta la producción de más ruido al existir cuadrillas especiales que recogen la basura de madrugada después que ha habido la concentración(Incluso rompen las botellas). Dichas cuadrillas con sus camiones y máquinas de basura producen a su vez más ruido aunque de características diferentes al estar dotado también esta perturbación de ruido de impacto. Las queridas sopladoras.

En cuarto lugar, es un ruido que se da especialmente en zonas residenciales aumentado también por los desplazamientos, la llegada y salida de jóvenes en motos y coches a dicha ubicación.

En quinto lugar ,es de resaltar ,que en el botellón los promotores son anónimos y estas concentraciones carecen de interlocutores válidos.

En sexto lugar, la ingesta de alcohol en estos eventos constituye un auténtico problema de salud pública que las autoridades empiezan a vislumbrar. En ocasiones, el mismo botellón se apodera incluso de zonas donde existen gasolineras o depósitos de líquidos peligrosos u hospitales…..ocasionando problemas de seguridad.

Nos encontramos ante la cultura del homo otiosus y de la cultura de la trasgresión hasta sus límites.

El precio de las viviendas sitas en las zonas que se celebran «botellones» durante los fines de semana cae hasta un 20 por ciento . También se ha detectado que el periodo de venta se alarga hasta seis meses.

Se te quieres cargar a tu abuelo …practica el botellón.