La víctima sufre una fractura craneal y está ingresado con pronóstico reservado.
El alcalde de Burgos, Javier Lacalle, ha pedido un «esfuerzo especial» a Policía Nacional para evitar el botellón en zonas de la capital como el centro histórico, después de que un vecino fuera agredido el viernes pasado tras salir de su domicilio para recriminar a unos jóvenes el ruido que generaban.
En declaraciones a los periodistas, Lacalle ha condenado «total y absolutamente» esta agresión, de la que fue víctima un hombre de 35 años, que fue ingresado en el hospital de Burgos con una fractura craneal.
La víctima bajó de su domicilio sobre las 23.30 horas del viernes para pedir a un grupo de chavales que hacía botellón que dejasen de gritar y bajasen la música, pues no podían descansar.
Ante la reprimenda, los jóvenes comenzaron la agresión, propinándole patadas y todo tipo de golpes, hasta que quedó tendido en el suelo inconsciente y fue rescatado por otros chavales. La víctima continúa ingresada con pronóstico reservado, informa Efe.
El alcalde ha calificado de «auténtica barbaridad» la agresión y de «energúmenos» a los jóvenes que la protagonizaron, al tiempo que ha mostrado su apoyo a la víctima y su familia.
Lacalle ha asegurado que el Ayuntamiento ofrece la colaboración de Policía Local para la vigilancia de botellón, pero ha recordado que la seguridad ciudadana es competencia de Policía Nacional.
El regidor ha asegurado que se pondrá en contacto en los próximos días con Subdelegación del Gobierno para abordar esta situación, y espera que pueda haber una reunión de trabajo en breve.
«El ocio de debe ser compatible con el descanso» de los vecinos, ha insistido Javier Lacalle, tras recordar que los responsables de lo ocurrido el viernes son los propios agresores.
La Asociación Casco Histórico Alto ha convocado una concentración en apoyo al hombre agredido, y contra la «dejación de funciones de las autoridades», este miércoles por la tarde.