Un paseo por la ciudad con Yomara GARCÍA VIERA, abogada y presidenta de la Asociación de Juristas contra el Ruido: “Existe una obsesión compulsiva por aumentar los sonidos”
¿Cómo puedo defenderme del ruido y proteger mi salud? En conRderuido.com, portal profesional exclusivo de IPDGrupo.com, damos respuesta a esta cuestión y te ofrecemos información para decidir frente al problema del ruido, la contaminación acústica y el daño que causa en tu salud.
Abanderamos, una vez más, con la decisión, profesionalidad y compromiso que demuestran a diario los abogados y abogadas especializados en contaminación acústica y ruido, la lucha contra este problema invisible e invisibilizado.
Os invitamos a acompañar a Yomara García Viera, presidenta de Juristas contra el Ruido, a pasear por la ciudad y a profundizar en la concienciación sobre el grave problema de ruido/salud y a buscar, entre todos, soluciones que nos permitan una mejor convivencia.
¿Cómo puedo defenderme del ruido y proteger mi salud?
Paseando por cualquier ciudad y, con el oído y la vista sutilmente entrenados, quizás por la actividad profesional que desempeño, no puedo evitar escuchar y descubrir numerosos ruidos.
El ruido del traqueteo de mi maleta por el pavimento desigual y no absorbente, los “vehículos discoteca”, altavoces de tiendas que emiten música al exterior, músicos tocando o cantando en la calle con amplificadores…
Volumen activado
… personas hablando por el móvil que me hacen partícipe involuntaria de sus conversaciones, menores y mayores en la mesa de al lado del restaurante o en la sala de espera de una consulta médica con móviles o iPads con el volumen activado, viendo dibujos, series, o escuchando audios…
Tono elevado
… el bullicio de personas hablando en un tono elevado en las terrazas o veladores, en las cuales procuro no sentarme si observo que hay viviendas en la parte superior del inmueble, guías turísticas que emplean auriculares y altavoces en vez de hablar a viva voz, televisores en bares y actividades sin permiso para emitir y sin limitador…
Obras, tráfico, música…
… ruido de obras de construcción y edificación, el injustificado claxon de los vehículos, ruido del tráfico, motos sin silenciador, jóvenes con altavoces portátiles, ruido de eventos musicales y festivales a un volumen descontrolado y sin medidas correctoras eficaces…
Limpieza municipal, gimnasios…
… eventos deportivos con música alta, ruido de servicios municipales de limpieza, o de los usuarios de contenedores al tirar los residuos, ladridos de perros, ruido de gimnasios que desarrollan la actividad con puertas abiertas y sin aislamiento suficiente…
… arrastre de carretillas, carros de mercancías, carros de basuras, cartones y pallets, gritos de operarios. Motores de camiones que permanecen encendidos mientras se realizan las labores de carga y descarga generando ruido y humos…
Aviones, trenes, taladros, tacones…
… ruidos de aviones, de trenes, de personas que se aglomeran a la salida de un bar, de aparatos de aires acondicionados, extractores, instalaciones, ruidos vecinales, golpes y arrastre de mobiliario, obras del vecino a horas y días indebidos, taladros, tacones, caída de objetos en las viviendas, ruido de ascensores y electrodomésticos, volumen elevado en las salas de cine, música proveniente de barcos discoteca… y así un largo etc.
Obsesión compulsiva por amplificar sonidos
Hoy en día se utilizan amplificadores para todo. Existe un uso abusivo, una especie de obsesión compulsiva por amplificar los sonidos.
En la Asociación Nacional de Juristas contra el Ruido atendemos y defendemos, desde hace 20 años, a personas afectadas por una “enfermedad lenta y silenciosa” que pasa con frecuencia desapercibida pero que destroza muchas vidas.
Son las consecuencias de la exposición al ruido y de la inactividad e ineficacia de la Administración.
Ansiedad, depresión, audición…
Personas que sufren graves problemas como ansiedad, trastornos del ánimo, depresión, problemas auditivos, problemas cardiacos, pérdida de empleo, partos prematuros, rupturas familiares…
… endeudamiento por verse obligados a pagar un alquiler y una hipoteca a la vez, al tener que abandonar su domicilio, o por imposibilidad de alquilarlo, o a menores que duermen en salones o estancias distintas del dormitorio, y no pueden estudiar ni concentrarse…
Desesperación, frustración…
… adultos que lloran sin consuelo cuando nos cuentan sus historias, y que acuden en busca de auxilio tras años de sufrimiento, y después de haber sido literalmente “mareados” cuando han pedido ayuda a la Administración, o tratados como histéricos, antisociales, aburridos o especialmente sensibles.
Es muy frustrante que, existiendo ruidos fácilmente evitables, no se adopten medidas correctoras eficaces y rápidamente.
Y es frustrante que las personas afectadas sufran durante mucho tiempo, hasta la extenuación, sus consecuencias, simplemente por una falta de conciencia y de diligencia de los operadores que intervienen en esta materia.
Eliminar el ruido y ganar en salud: soluciones
Como quiera que, afortunadamente, hay solución a numerosos problemas derivados del ruido y de la contaminación acústica, propongo a continuación algunas sugerencias y reflexiones que reducirían y/o eliminarían tales contaminantes, y por lo tanto, mejorarían nuestra salud y el medio ambiente urbano.
Para ello, lo primero que debemos combatir es la “SORDERA POLÍTICA”. Es decir, debe existir concienciación y voluntad política, así como una efectiva aplicación de la ley, procedimientos ágiles y eficaces, y que se acuerden medidas provisionales.
Prevención
Una persona afectada no puede estar años esperando a que se resuelva su expediente. El cuidado del medio ambiente exige cautela y acción preventiva (Art. 191.2 del Tratado de la Unión Europea).
Y contar con ordenanzas actualizadas y adaptadas a la ley estatal. Sorprende cómo en la actualidad siendo la ley estatal del Ruido del año 2003, aún existan numerosas ordenanzas no adaptadas o incluso municipios que no tienen ordenanza.
Planificación urbana
Es vital tener en cuenta el ruido y la contaminación acústica en la planificación territorial y urbana, con una especial protección del patrimonio histórico. Es preciso reducir en origen y con planificación porque después es mucho más difícil revertir la situación.
Debemos exigir la inspección y control efectivo de las actividades, en aquellos supuestos de puertas abiertas, incumplimiento de horarios, caducidad de licencias, y en materias como el control de precintos, aforos, existencia de título habilitante, modificaciones sustanciales, reincidencia, existencia de seguro, aglomeración de personas en el exterior, etc.
E incentivar y promocionar a aquellas actividades que cumplen la ley escrupulosamente y se preocupan por la salud de sus clientes y de su entorno, que también las hay. Un previo y adecuado estudio y aislamiento de la actividad y de sus instalaciones, antes de su inicio, ahorra tiempo, dinero y muchos problemas. Y es una tranquilidad para la empresa o persona titular de la actividad.
Sanciones ejemplares
Aunque la parte afectada rara vez pretende que se sancione al contaminador, pues lo que quiere es que termine su calvario, lo cierto es que deben incoarse los procedimientos sancionadores sin esperar a que existan numerosas denuncias, y debería existir un registro de denuncias para el seguimiento de actividades reincidentes.
Por otra parte, la sanción consistente en el pago de una multa en ocasiones sale barata al contaminador. Sabemos, por experiencia, que a la actividad contaminadora a veces le compensa pagar la sanción y seguir incumpliendo.
Sería recomendable sancionar con clausura temporal, suspensión de licencias y/o precinto de equipos, y en especial a los infractores reincidentes, así como acordar la revocación de títulos habilitantes.
El cajón de sastre de las declaraciones responsables
Por otra parte, ¿por qué motivo existe de manera generalizada una falta de control e inspección de las denominadas Declaraciones Responsables? ¿A quién beneficia? ¿Coincide lo declarado con la realidad que ejerce la actividad y con el proyecto presentado?
En la práctica vemos que la declaración responsable es un cajón de sastre, una especie de cheque en blanco para la actividad que le permite abrir y actuar impunemente incumpliendo lo declarado.
Uso residencial y actividades contaminantes incompatibles
¿Por qué es tan difícil para el afectado que se sancione o se exija el restablecimiento de tal actuación irregular? Los afectados tardan años sin éxito hasta que acuden a un profesional especializado que les ayude.
Hay una premisa básica a tener en cuenta. Hay actividades contaminantes incompatibles con el uso residencial, es decir, la distancia del foco ruidoso de la vivienda es la única solución real. No son eficaces las medidas correctoras y ello a pesar de los numerosos avances técnicos que existen.
Efectos acumulativos: botellones, basuras, orines, vomitonas…
A ello hay que añadir en algunos casos, los efectos aditivos y acumulativos de las actividades: botellones, acumulación de basuras, orines, vomitonas, borracheras, malos olores, ruidos de recogida y limpieza.
Un ejemplo de ello es la celebración de un evento o fiesta multitudinaria en el centro de una zona residencial. Aun cuando se limite la música, solo la aglomeración de personas, que es una fuente de ruido no controlable, incumple la normativa. Así ha ocurrido con la fiesta alemana de la cerveza denominada Oktober Fest que se ha emulado en algunas ciudades de nuestro país.
Oktober Fest muy ruidoso
Y en este sentido, destaco la sentencia de 3 de diciembre de 2020 nº 4/2019 del Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº 2 de Las Palmas de Gran Canaria, en el procedimiento Ordinario nº 4/2019. Es sentencia firme, relativa a la celebración del Oktober Fest en el barrio de Vegueta, casco histórico de Las Palmas de Gran Canaria, en el que esta letrada asistió a los afectados. Dicha resolución establece:
- “La parte actora (los afectados que demandan) hace hincapié en el hecho de que no se presentara, un estudio de la repercusión acústica del evento, por estimar la resolución recurrida que era innecesario, al no tratarse de un espectáculo con música. Lo hace sobre la base de que, aún no existiendo música, sí que existe ruido generado por la gran afluencia de gente que acude a estos actos”.
- “A este respecto, la ley del Ruido, en su artículo 3.d señala que la contaminación acústica, que es lo que dicho informe debe valorar, conlleva la presencia en el ambiente de ruidos o vibraciones, cualquiera que sea el emisor acústico que los origine, que impliquen molestia, riesgo o daño para las personas, para el desarrollo de sus actividades o para los bienes de cualquier naturaleza, o que causen efectos significativos sobre el medio ambiente”.
- “Este hecho queda corroborado con el informe pericial emitido y aportado con la demanda, en el que se hace constar que los ruidos medidos, uno de los días en que se celebró el evento, sobrepasaban los límites señalados por las ordenanzas municipales para zona, tanto en la fachada externa como dentro del domicilio, concretando que se duplicaban los decibelios, y que provenían del bullicio de las personas”.
- “Esto viene a corroborar que el evento en sí, y aún cuando no tenga música, es una actividad molesta que genera ruidos que deben ser considerados como contaminación acústica, ya que se produce la confluencia de un número de personas, muy por encima de las que de forma ordinaria acuden a las calles en cuestión”.
Asimismo, que un evento haya sido declarado de interés colectivo no es determinante. Ese interés general se reduce al aspecto económico, que no es suficiente para justificar la violación de un derecho fundamental.
Terrazas y veladores: ruido, olores, humos…
Tampoco podemos olvidar la necesidad de un efectivo control de terrazas y veladores, no solo por las inmisiones de ruido sino también por las de olores y humos, etc.
El aforo de terrazas no debe sobrepasar el 50% del local. No pueden ser una extensión de la actividad con más aforo que el local.
Se está ocupando suelo público y en muchos casos en perjuicio del legítimo paso de los viandantes o peatones, y suponen un indebido obstáculo para aquellas personas que necesitan una atención o protección especial por su discapacidad.
Efectos indeseables en las viviendas
Es importante recalcar, en estos tiempos de pandemia, que no se debe autorizar la instalación de terrazas sin analizar previamente si su concreta ubicación va a producir efectos indeseables, aditivos y acumulativos en las viviendas de posibles vecinos. Y si se cumple la normativa de aplicación de distancias a fachadas, evacuación, ordenanzas, accesibilidad, etc.
Una actitud permisiva, propiciada por el contexto en el que nos encontramos, difícilmente podrá revertirse cuanto acabe la pandemia, pudiendo consolidarse de facto situaciones irregulares.
Esta situación es más clamorosa cuando se trata de zonas de protección acústica especial o de las denominadas zonas saturadas.
Derechos fundamentales de protección preferente
Y ante todo debemos tener en cuenta que estamos en presencia de derechos fundamentales de los afectados, que son de protección preferente y jerárquicamente superiores a otros derechos.
Talleres, bares, restaurantes, pubs, gimnasios, supermercados, discotecas, y demás actividades instaladas en locales cerca de viviendas deben ser aislados e insonorizados. Y también es preciso ejercer la debida supervisión y control de actividades de las denominadas no clasificadas o inocuas pero igualmente molestas.
Para llevar a cabo lo expuesto, es vital dotar a los servicios municipales y a la policía de medios materiales y humanos, así como realizar mediciones de tarde y noche, no solo en horario de oficina municipal. Y es fundamental la formación especializada y continua de técnicos municipales y de la policía. También son necesarios los ensayos a ruido aéreo y de impacto.
El limitador registrador es una herramienta más pero no es la solución si no va acompañada de otras medidas. Y a veces no se trata de que el limitador no funcione bien o no esté bien instalado, sino de que se instalan equipos paralelos o se usan de manera indebida, desprecintan, o utilizan malas artes para eludir la limitación. Las medidas sirven de poco si no se ejecutan apropiadamente.
Mapas estratégicos de ruido
Los mapas estratégicos de ruido son una buena herramienta si van acompañados de planes de acción. Sin plan de acción el mapa estratégico es solo un mapa de colores, una bonita foto de la situación estudiada pero que solo serviría para enmarcarla.
Zonas de ocio
Es importante incluir el análisis de las zonas de ocio, que son las grandes olvidadas de los mapas, ya que con frecuencia solo se incluyen las zonas industriales y de tráfico (Anexo V Apartado 8 de RD1513/2005).
Para un mejor aprovechamiento de los mismos es importante la participación efectiva de los ciudadanos en la tramitación de Mapas y Planes, así como que exista información económica del plan de acción, cuantificación económica y proyecto de financiación.
Movilidad sostenible
La existencia y desarrollo de planes de movilidad sostenible, el fomento de vehículos silenciosos y del uso seguro de la bicicleta, una conducción eficiente, la revisión de vehículos y sancionar a vehículos ruidosos son otras medidas que pueden ayudar.
Afortunadamente vamos evolucionando, y la industria e ingeniería acústica está en constante desarrollo. Por ello, cuando es posible, debemos recurrir a las mejores técnicas disponibles, pavimentos absorbentes, acristalamiento, mamparas acústicas, aislamientos, acondicionamientos, ensayos predictivos, etc.
Y es fundamental acudir a empresas y profesionales especializados, pues lamentablemente en ocasiones hemos detectado cierto intrusismo en este ámbito y arreglar el parche con posterioridad es peor que empezar de cero. Un buen diagnóstico del problema es fundamental para encontrar una solución eficaz.
Entorno acustico laboral saludable
En este paseo por la ciudad, me preocupa observar a los trabajadores de entornos ruidosos sin la debida protección. Se debe fomentar un entorno acústico saludable en el trabajo, controlar el ruido de obras públicas e industrial.
Y asimismo, evaluar, controlar y reducir el ruido del tráfico por carretera, aéreo y ferroviario, e instalar mamparas o barreras acústicas.
También es preocupante el aumento de problemas auditivos en los jóvenes debido al uso incorrecto de auriculares, consolas, etc., los cuales pueden ser irreversibles.
Concienciación y sensibilización
Es de vital importancia la concienciación y sensibilización con los afectados por el ruido en los centros de salud, la formación de profesionales sanitarios especializados en esta materia, continuar con estudios sobre los efectos que produce el ruido en la salud y controlar el ruido en los hospitales.
En muchas ocasiones los afectados no pueden acceder económicamente a los informes periciales psiquiátricos, psicológicos o de valoración del daño corporal, y ven limitado su acceso a la salud mental en la seguridad social, con largas listas de espera y ausencia de profesionales especializados en esta materia.
Sería de gran apoyo contar con la posibilidad de intervención del Instituto de Medicina Legal, con examen del reclamante por el/la Médico Forense en las jurisdicciones contencioso administrativa y civil.
Ahora, tras la pandemia, cuando nos hemos visto obligados a teletrabajar desde nuestros hogares, nos hemos dado cuenta de la importancia de la salud y de la afección del ruido en el interior de las viviendas, de lo importante que es nuestra calidad de vida.
Muchas personas han descubierto con agrado sonidos en la ciudad que antes no percibían o escuchaban, los pájaros, el murmullo de los árboles con el viento, el silencio en determinados núcleos urbanos, pequeños refugios, etc.
Ambientes sonoros saludables
Intentemos mejorar el ambiente sonoro de nuestra ciudad y aprender de la lamentable situación que hemos atravesado. Para ello, debemos desarrollar una buena cultura del bienestar sonoro y apreciar los ambientes sonoros saludables.
El medio ambiente en el entorno urbano existe y podemos conseguir mejorarlo. No solo son medio ambiente las zonas verdes y los espacios naturales.
Para ello, es imprescindible realizar campañas de sensibilización y concienciación a ciudadanos en general, campañas escolares, realizar proyectos en las universidades, difundir en los medios de comunicación el problema, realizar encuestas de percepción subjetiva del ruido a los ciudadanos, tanto en el ambiente exterior como en el ambiente interior, y fomentar la Mediación en problemas que surjan por ruidos vecinales.
El que contamina, paga
La mediación es una herramienta estupenda que favorece la comunicación entre contaminador y afectado y resuelve el problema de una manera definitiva cuando hay voluntad de las partes, mejorando las relaciones.
Por último, debemos exigir el cumplimiento del principio del que contamina paga. La actividad contaminante debe asumir las tasas por la prestación de servicios de inspección, así como por la ocupación del dominio público.
Es frecuente la celebración de eventos de iniciativa privada que implican la ocupación de la vía pública sin el previo abono de tasas municipales, y que sin, embargo, disponen durante el evento y tras finalizar el mismo de recursos municipales sanitarios, de seguridad, de limpieza, etc.
Eliminar el ruido
No quiero terminar sin advertir que, además de la responsabilidad patrimonial, la tolerancia por la Administración de la conducta de contaminación acústica y su inacción frente a las reclamaciones de los afectados puede ser constitutiva de delito de prevaricación en su modalidad omisiva en concurso con otros delitos como el de lesiones.
Y que se requiere una actuación positiva y efectiva en protección de los derechos humanos por parte de los ayuntamientos, para proteger la integridad física y mental, intimidad personal, e inviolabilidad del domicilio de los afectados.
El ruido, cuestión de salud pública
Los ayuntamientos tienen la obligación legal no solo de actuar dentro de sus competencias medioambientales, sino que esta actuación tiene que solucionar realmente, efectivamente, la contaminación acústica que padecen.
Existen valores límite de emisiones e inmisiones, en exterior y en interior, de día, tarde y noche, y deben cumplirse. No existen otras servidumbres acústicas, como en ocasiones se pretenden imponer por la vía de los hechos, más allá de las establecidas en la ley
Más educación, más concienciación, más salud y menos ruido. Frases como “Yo en mi casa hago lo que quiero”, “Vete a vivir al campo”, o “durante el día puedo hacer el ruido que quiera” constituyen un abuso de derecho cuando se superan los límites legales y los usos tolerables.
Como establece el artículo 7.2 del Código Civil: “La ley no ampara el abuso de derecho o el ejercicio antisocial del mismo. Todo acto u omisión que por la intención de su autor, por su objeto o por las circunstancias en que se realice sobrepase manifiestamente los límites normales del ejercicio de un derecho, con daño para tercero, dará lugar a la correspondiente indemnización y a la adopción de las medidas judiciales o administrativas que impidan la persistencia del abuso”.
Nuestro cerebro necesita silencio y el domicilio es nuestro lugar de sosiego y tranquilidad.
Recuerdo que escuché a un afectado por el ruido, que residía en el centro de Madrid, que clamaba llorando: “No quiero dormir: quiero VIVIR”. Desde Juristas contra el Ruido reivindicamos eso, la VIDA. El ruido no es vida. Defendemos la salud. Es una cuestión de salud pública. Estamos en presencia de derechos fundamentales.