Los técnicos del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial tomarán datos in situ para medir la huella sonora de las actividades de las Fuerzas Armadas

La Dirección General de Infraestructura del Ministerio de Defensa ha encargado al Instituto de Técnica Aeroespacial “Esteban Terradas” (INTA) dos paquetes de tareas para medir el impacto acústico de las actividades militares y regular el ruido que producen.

El INTA ejecutará el encargo que consiste, por una parte, en la elaboración y análisis de mapas de ruidos y estudios acústicos, y por otra, en proporcionar asesoramiento y asistencia técnica para crear una norma que regule el ruido producido por los ejercicios y actividades de las Fuerzas Armadas.

El contrato  tendrá un plazo de duración de diez mes prorrogables desde la suscripción del mismo, el pasado mes de julio. El presupuesto recogido en la Resolución de Aprobación de Gasto del Encargo se desglosa en 12.600 euros para 2020 y 2.300 euros para 2021.

Mapas de ruido y estudios acústicos

El primer paquete recoge el encargo de realizar y analizar mapas de ruido y estudios acústicos en Bases, Acuartelamientos y Establecimientos (BAE) que por su actividad pudieran generar un impacto acústico significativo. El objetivo es conocer el impacto y la huella sonora que producen los ejercicios y actividades llevadas a cabo en dichas BAE, así como su posible repercusión en los núcleos de población y zonas urbanizadas limítrofes.

Para elaborar y analizar los mapas de ruidos, en primer lugar, se solicita información a BAE implicadas. A continuación, el personal del INTA se desplaza para validar y ampliar la información con la toma de datos in situ.  Posteriormente, se analizan y adecúan las cifras para su introducción en los programas informáticos de simulación matemática, se calculan los contornos de ruido y se confecciona el mapa para que se realice un análisis final del resultado y su correspondiente estudio técnico.

En el caso de los aeródromos, la información consiste en datos del aeródromo, configuración de la pista, rutas seguidas en las operaciones de aproximación y despegue por las distintas aeronaves, tipos de operaciones y perfiles de vuelo que realizan. Además, tras el análisis de estos datos se define la geometría de trayectoria de vuelo, dispersión, velocidad y perfiles de vuelo y se insertan los resultados, en ese momento, en los programas informáticos de simulación para el cálculo de los contornos de ruido para que se pueda confeccionar y examinar el mapa.

Los informes acústicos medioambientales se inician con un análisis de la actividad objeto del estudio. A continuación, se determina la fecha y se traslada al equipo para efectuar las mediciones en función de las actividades a evaluar y el tipo de emisor acústico. Una vez trasladado el personal para la medición in situ, se instalan los equipos de medida y recopilan los datos acústicos de la actividad a evaluar. Finalmente se realizan los cálculos y estudios para la obtención del informe del estudio acústico medioambiental de acuerdo con la normativa vigente.

 

Esperada regulación del ruido de los militares

El segundo paquete contempla las tareas de asesoramiento y asistencia técnica especializada al Ministerio de Defensa para que cree una norma que regule el ruido derivado de las actividades militares con la supletoriedad de la legislación general en ruido, teniendo en cuenta las especificidades necesarias para salvaguardad de los interese de la defensa nacional.

Se incluyen en este apartado labores especializadas en el ámbito de la acústica, asistencia a las reuniones que solicite la Dirección General de Infraestructura, realización de estudios e informes y colaboración y apoyo técnico en la elaboración de legislación específica del Ministerio de Defensa en materia de ruidos.

Con ese encargo, el ministerio da respuesta al compromiso adquirido de regular el ruido de las actividades militares a través del encargo establecido en el contrato. El Defensor del Pueblo recomendó a Defensa en el Informe anual de actividad de 2019 que iniciara los trámites para aprobar una normativa de ruido aplicable a las actividades militares, en tanto que se resistía a aplicar la legislación de ruido.

El contrato, a su vez, ha sido firmado en cumplimiento de la Instrucción 56/2011 sobre sostenibilidad ambiental, de la Secretaría de Estado de Defensa, en la que se establece el compromiso de adoptar las acciones necesarias para la realización de estudios que informen del estado ambiental en Bases, Acuartelamientos y Establecimientos y la promoción de minimizar los niveles de emisión acústica de los mismos espacios.