El Tribunal Superior de Justicia de Madrid le condena a pagar un total de 54.000 euros porque se excedían los niveles legalmente permitidos
La sección 10ª de la sala de lo contencioso administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha condenado al Ayuntamiento de Moralzarzal a pagar una indemnización de 4.500 euros a 12 vecinos, un total de 54.000 euros, por las molestias que les causaron las fiestas patronales de 2014. Una cifra muy superior a la de la última sentencia, de febrero de 2016, cuando la cantidad fue de 13.500 euros por los festejos de 2011. El motivo, como en la ocasión precedente, es el nivel de ruido que soportaron con la carpa pegada a sus viviendas, que superaba los límites legalmente establecidos y en horarios intempestivos.
Ante el caso omiso que hizo a sus quejas el Consistorio, gobernado por el PP cuando se produjeron los hechos, los afectados decidieron acudir a los tribunales porque consideraban la situación intolerable y no se aplicaron medidas correctoras. Precisamente la reincidencia es lo que ha hecho que se agrave la condena, esa reiteración en la conducta del Ayuntamiento que la sentencia califica como “reprochable”.
“Partimos de la premisa de que unas fiestas patronales siempre van a molestar a alguien… ahora, si te empeñas, a pesar de que hay sentencias, en hacer las cosas mal, de manera reiterada y con intencionalidad, complicando la vida a los vecinos, éste es el resultado. Esto, además, viene precedido de una mala planificación urbanística, siempre se ha presumido de las fiestas como las mejores de la Sierra, viene un montón de gente, pero nunca se ha previsto un recinto ferial“, apunta el alcalde, Juan Carlos Rodríguez Osuna, quien ha recordado que el actual ejecutivo, en 2015, se sentó a escuchar a los vecinos para tratar de minimizar los inconvenientes de las fiestas. En la actual legislatura no ha habido más denuncias.
Esta última decisión judicial llega tras el recurso de apelación presentado por el Ayuntamiento, ya en este mandato, ante el panorama que se le presentaba, no poder celebrar más eventos ni instalar casetas, carpas, escenarios o estructuras similares en la avenida Salvador Sánchez Frascuelo y otras calles del casco urbano. “Corríamos el grave riesgo de quedarnos sin poder hacer fiestas patronales en todo el municipio, que es lo que decía en un primer momento la sentencia… por eso recurrimos”. Finalmente se permite hacerlo siempre que se adopten las medidas oportunas para reducir el impacto acústico.
“Yo estuve en alguna vivienda colindante a la carpa y se movían hasta los cuadros… eso no podía seguir así. En estos últimos años he firmado decretos para que se reduzca tanto el nivel del sonido como el horario y hemos conseguido, después de mucho pelearlo, que las atracciones o cacharritos, como los llamamos vulgarmente, tengan una música uniforme, no sea una competición de músicas como antes y se baje el volumen o se quite a partir de determinada hora. Sabemos que no es suficiente para muchos, pero en ello estamos trabajando”, explica Rodríguez Osuna.
El Ayuntamiento, además, no tendrá que abonar las costas judiciales, que suman 5.000 euros y que, en primera instancia, sí tenía que asumir.
Fuente: cope.es