La Policía Local precinta el establecimiento situado en la calle Cuatro Santos hasta que solvente sus problemas de insonorización.
Los residentes son partidarios de que se hagan más inspecciones en los bares de copas de la calle Honda.
Hace meses que los vecinos del centro de Cartagena se han sublevado contra el ruido nocturno. Esta particular cruzada busca conciliar el descanso de los residentes del casco histórico con el ocio. La plataforma ciudadana Sin Ruido en Cartagena abandera esta lucha. Así, informa de que, gracias a las denuncias vecinales se ha conseguido que el Ayuntamiento precinte un bar de copas en la calle Cuatro Santos, el cual se denomina ‘Gatopardo’, aunque en sus inicios tuvo como denominación ‘Sala Coliseum’.
El concejal de Calidad de Vida, Manuel Mora (PSOE), ratifica que el motivo del precinto puesto por la Policía Local es el ruido. En este sentido el edil sostiene que el local excede el volumen permitido. «Estamos a la espera, desde hace mucho tiempo, de que se solucione», indica. Además, el concejal apunta que «ha habido diferentes cambios de titularidad, pero ninguno de los dueños ha puesto una solución». Para reabrir este pub, Mora cuenta que será necesario que pase con éxito un estudio de una empresa de control acústico, donde se refleje que los niveles de ruido están acorde a la normativa. «Como eso no se puede cumplir, porque entiendo que si se pudiera lo habrían hecho; al final, por una cosa o por otra, no pueden o no quieren cumplir con la reglamentación y está clausurado», sentencia.
Cabe recordar que el Gobierno municipal (PSOE) sometió a votación el pasado mes una nueva norma local, denominada Ordenanza Municipal de Protección del Medio Ambiente Contra la Emisión de Ruidos y Vibraciones. Si bien, ésta no contó con suficientes apoyos en el pleno municipal para aprobarse. Solo votaron a favor de la misma nueve concejales de los 27 que forman la Corporación, seis del PSOE y tres de Podemos. El rechazo de la ordenanza por parte del resto de formaciones políticas se debió, principalmente, a que el sector de la hostelería se siente «discriminado» por la normativa.
La patronal comarcal de hosteleros Hostecar expone que la ordenanza que quería aprobar el Gobierno local marcaba prácticamente los mismos límites de sonido que la ley que hay vigente. No obstante, se queja de que la misma sigue condicionando el límite de sonido a la licencia que tiene el local (cafetería, bar de copas…), sin tener en cuenta que hay establecimientos, que al estar bien insonorizados, podrían tener una limitación más alta de la que le corresponden, porque a su juicio no molestan.
Por otra parte, la plataforma Sin Ruido sostiene que las molestias por el sonido de los bares no se acaban con la clausura del local de la calle Cuatro Santos. Así, lamenta que los vecinos de la calle Honda, también tienen serios problemas para conciliar el sueño porque la vibración que generan los altavoces de los pubs situados en esta vía llegan hasta sus viviendas. Por ello, pide al Ayuntamiento que intensifique los controles de ruido de estos negocios, con el fin de que se vigile que no superan el máximo permitido. Igualmente, quieren que se controle si tienen en funcionando de forma correcta los limitadores de sonido que se instalan en cada negocio.
Clausura por beber en la calle
Al margen de esto, la plataforma vecinal ya ha denunciado este año, a través de este periódico, que se producen aglomeraciones de gente las noches de fin de semana en calles céntricas como Cuatro Santos o Aire. En ellas, expone que muchas de estas personas están bebiendo alcohol en la vía pública, e, incluso, haciendo botelleo. En este sentido, Sin Ruido recuerda que el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Zaragoza ha confirmado el cierre de un conocido bar de copas de la capital de Aragón por dejar sacar las bebidas de sus clientes a la calle, al considerar que la vía pública se convertía en una ampliación del aforo del negocio. Con esto, los vecinos avanzan que no les quita el sueño tener que ir a los juzgados para que el ruido nocturno deje de privarles de su derecho a descansar.
Fuente: laopiniondemurcia.es