Los vecinos de Guanarteme reclaman que se paralicen los trabajos – Urbanismo recalca que la prohibición no afecta a este sector
El ruido de las obras de construcción en marcha, muchas de las cuales continúan pese a la cuarentena, tortura a los vecinos y vecinas que se ven obligados a aguantar todo el día la escandalera sin poder escapar porque están encerrados en casa. Uno de estos vecinos desesperados vive en la calle Colmenares. En su edificio hay una obra de reforma en una de las plantas. “Yo ya no sé qué hacer. He llamado a la Policía Local, pero no me dice nada; el Colegio de Arquitectos asegura que las obras están permitidas. No se puede vivir con la taladradora todo el día. Esto no hay quien lo aguante. Deberían tener en cuenta la situación actual, porque ahora estamos obligados a estar todo el día dentro de la casa. Así no se puede vivir, sólo tengo ganas de llorar”, señala este vecino mientras te muestra en su móvil una grabación con el estruendo que tienen que soportar a diario.
“Y además, los obreros están mal equipados, sin ningún tipo de medida de protección sanitaria. Que paren las obras ya no sólo por los vecinos que las sufren, sino también por la seguridad de los obreros”, implora este vecino que prefiere no decir su nombre.
La queja de este hombre es común en todas aquellas zonas cuyos residentes se ven obligados a soportar el estruendo de las obras. La protesta es casi generalizada en Guanarteme, que vive en plena fiebre de construcción de edificios, que siguen levantándose pese a la que está cayendo.
“¿Alguien me puede decir si estas obras son servicios esenciales? En Guanarteme están todas las obras en funcionamiento, camiones, grúas, obreros a mogollón. Hay muchísimo trasiego de gente”, se pregunta Cris León en el facebook. Los vecinos del barrio de Guanarteme se ven especialmente afectados por el calvario de los ruidos, debido a la proliferación de edificios en construcción.
Pepi González, presidenta de la asociación de vecinos La Barriada de Chile y Guanarteme, reclama que se paralicen las obras y pide a la administración sensibilidad con los vecinos. “Los camiones llegan a las siete de la mañana y, entre la confluencia de Simancas con Fernando Guanarteme hasta Las Arenas, hay más de 20 obras. Cada vez hay más. Estamos todos en cuarentena y no se entiende que la construcción esté trabajando. Se cierran los bares, a los supermercados sólo puedes ir rapidito, no puedes sacar al perro y esta gente sigue trabajando, no lo entiendo”, se queja González, quien califica de insoportables los ruidos de los generadores desde primeras horas de la mañana. Es una tortura para los vecinos que estamos confinados y un riesgo para los obreros”.
Otro residente de la calle Galicia cuestiona el mantenimiento de las obras de la Metroguagua como si nada pasara, en “estos momentos tan excepcionales”. Lo que están sufriendo los vecinos, asegura, “es una verdadera tortura. Desde las ocho de la mañana a las cinco de la tarde están con maquinaria pesada y los vecinos nos tragamos, además del ruido, la contaminación que generan los grupos electrógenos y las retroexcavadoras, quemando gasoil todo el rato”.
Desde el Ayuntamiento, un portavoz de la Concejalía de Urbanismo, que dirige Javier Doreste, informa de que el Gobierno de España no ha prohibido las obras de construcción. Añade que la mayoría de las obras públicas siguen en marcha “porque no han sido paralizadas por una orden ministerial. Sólo tenemos constancia de la paralización de la obra del techo del terrero de lucha de Pedro Hidalgo, porque debido a sus características no pueden garantizar las medidas de seguridad”. Las fuentes de Urbanismo aseguran que a todas las empresas que están ejecutando obras se les ha pedido, debido al coronavirus, que “elaboren un anexo de su plan de seguridad, acogiéndose a las medidas sanitarias dictadas por el Gobierno de España”. Señalan que “los directores de obra municipales controlarán que se cumplan esas medidas y, en caso contrario, se avisará a Trabajo para que procedan”. Esto en relación con las obras públicas, de las que en estos momentos hay varias decenas en marcha, desde el Cono Sur hasta Tamaraceite. Rara es la zona de la ciudad que está libre de obras. Entre las actuaciones en marcha figuran los tramos de la Metroguagua de Blas Cabrera Felipe, Venegas, Mesa y López y las de Galicia, que se abre por cuarta vez para corregir los fallos de la anterior empresa, y las del Estadio Insular, entre otras.
En cuanto a las obras privadas, indican que “siempre se pide a la empresa que cumpla con la normativa y respete las normas”. El Ayuntamiento invita a los vecinos a denunciar, a través del área de Urbanismo o de la Policía Local, si perciben alguna irregularidad o resultan perjudicados por un ruido excesivo u otra circunstancia. Urbanismo, a su vez, comunicará a la empresa privada que actúe conforme a las normas.