Las gallinas son especialmente sensibles a los fuertes ruidos y más si éstos proceden de las maniobras que realizan aviones militares que vuelan bajo y hasta superan la barrera del sonido. Esto está ocurriendo en Villapalacios, un pequeño pueblo de la Sierra de Alcaraz, en Albacete, donde una granja, «Cortijo de Cardos», ha denunciado que han muerto entre 2.000 y 3.000 gallinas en el último año por los aviones que sobrevuelan la explotación procedente de la base aérea de Los Llanos, en la ciudad de Albacete.
Yo no creo que los aviones de combate, cuyo pasillo aéreo recorren para su entrenamiento, vayan a recibir órdenes para cambiar el rumbo.
La carta remitida por el Ministerio de Defensa hace mención de los posibles daños y su valoración. No es la primera vez que eso ocurre.
¿Aviones o gallinas? Puede que la ministra se plantee, entre otras cosas, esta pregunta. Creo que dirá aviones.
Personalmente les daría a las gallinas un “descansen en paz”, sobre todo si yo fuera miembro del partido animalista.
Ayer en Cataluña- no estoy seguro de que fuera en Barcelona- los animalistas mostraban cuerpos humanos desnudos regados con un liquido rojizo, imitando a la sangre, y con esa actitud trataban de llamar la atención sobre el sufrimiento de los animales.
Muchos miraban. Algunos estaban de acuerdo supongo y otros buscaban verlos con sus vergüenzas al aire. Cosas. Hay mucho mirón suelto.
Van incrementándose las muestras de apoyo en orden a la prohibición de cazar o de la celebración de corridas de toros en nuestro país. Se abre otro frente. No paramos,
¿Alguien hará algo bien?
Veo en el horizonte “una guerra” entre cazadores, aficionados a los toros, empresarios de ganaderías, propietarios de dehesas y algún político afincado en esos territorios de una parte y de otra a los cada día más numerosos seguidores de la defensa animalística. La cosa está que arde.
Mientras este frente se ensancha, el estrés se hace dueño del cuerpo y el alma de los participantes y no solo por lo mencionado hasta ahora.
Las fiestas que se avecinan pueden causar estragos en este campo.
Los villancicos que se repiten hasta la saciedad, los anuncios de perfumes a cada cual más sofisticado que prometen conquistas para ellos y ellas, las ofertas de piernas de cabrito-con perdón- las coronas de langostinos, los locales que explotan de gente que se codea con extraños a pleno pulmón.
Por cierto, el otro día me birlaron una bufanda dejada un momento en una silla mientras buscaba sosiego y alivio en el mingitorio. Es un aviso.
Cartera, guantes, bufandas, papeles todo debe guardarse en salva sea la parte. Incomodo, pero seguro. Luego no diga que no he avisado.
Volví a casa contrito intentando pasear y centenares de personas tropezaban entre si y los cláxones de coches, en pleno atasco, invadían mi cerebro.
Creo que tengo estrés crónico
Me voy a buscar definiciones. Me voy a USA y leo.
Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU.
El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o nervioso.
El estrés es la reacción de su cuerpo a un desafío o demanda. En pequeños episodios el estrés puede ser positivo, como cuando le ayuda a evitar el peligro o cumplir con una fecha límite. Pero cuando el estrés dura mucho tiempo, puede dañar su salud.
- Estrés agudo. Este es estrés a corto plazo que desaparece rápidamente. Puede sentirlo cuando presiona los frenos, pelea con su pareja o esquía en una pendiente.
- Estrés crónico. Este es el estrés que dura por un período de tiempo prolongado. Usted puede tener estrés crónico si tiene problemas de dinero, un matrimonio infeliz o problemas en el trabajo
- Si no encuentra maneras de controlar el estrés, este podría causar problemas de salud.
- ¿Cómo combatirlo?
- Afrontar esto en la soledad monacal de un monasterio, acostándose a las 7 y leer biografías de santos o héroes. Llorar en silencio íntimo las ausencias en un tiempo en el que todo el mundo se ha empeñado en olvidar el sentido de la Navidad.
- Se demuestra que mucha parte del personal se dedica al exceso, al papeo sin medida, al “regaleo” sin contención y otros a esperar que esto pase cuanto antes y así volver a una cierta normalidad.
- Sálvese quien pueda o quien sepa.
- Ahora estoy leyendo la Historia del Puerto de Sagunto. Hay mucho olvido de lo próximo
Fuente: blogs.lasprovincias.es