La Fiscalía señala que la problemática hace años que dura y afecta a la salud de los vecinos
El Juzgado de Instrucción 6 de Vilanova i la Geltrú investiga a seis personas, entre empresarios y técnicos municipales del Ayuntamiento de Sitges, por un delito de contaminación acústica. El Servicio de Delitos contra el Medio Ambiente de la Fiscalía de Barcelona, que coordina el fiscal Antoni Pelegrín, presentó una denuncia en el juzgado tras investigar un escrito la Plataforma Veïnal dels carrers Bonaire y Joan Tarrida de Sitges de 2017, la zona del casco antiguo de la localidad que concentra un importante número de locales de ocio nocturno, ya que considera que su presencia “viene generando desde hace años continuos problemas de contaminación acústica, al sobrepasarse los valores máximos permitidos en cuanto al nivel sonoro, con los consiguientes perjuicios para los vecinos de dichos establecimientos, ya que el nivel sonoro producido por las actividades de ocio nocturno impide su correcto descanso, generando un grave riesgo para su salud física y psíquica”.
Además de la presunta contaminación acústica, los vecinos denunciaron “la inacción” del Ayuntamiento de Sitges “frente a las reiteradas quejas”. La Fiscalía ordenó que se hicieran muestras sonométricas con aparatos debidamente homologados que el nivel sonoro producido por las actividades nocturnas de tres locales, titularidad de los empresarios denunciados, y comprobaron que “excedía con creces los niveles permitidos conforme a la normativa vigente”. También señaló que habían cometidos otras irregularidades como abrir pese a la orden municipal de cierre por no tener limitador de sonido. Las mediciones señalaron que se superaba por más de 12 puntos del nivel de decibelios permitidos nocturnos dentro de algunos domicilios.
En concreto, aporta un informe de valoración del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Barcelona que señala que la exposición prolongada a niveles de ruido como los acreditados, asociados a la existencia de actividades de ocio nocturno de las calles Joan Tarrida y Bonaire de Sitges sin las oportunas medidas de control, puede perjudicar gravemente la salud de las personas. Los síntomas descritos por los vecinos, tales como insomnio, fatiga, bajo rendimiento, ansiedad, etc., pueden estar motivados por el estrés generado y asociado a la exposición prolongada al ruido nocturno derivado de las actividades de ocio, tanto de las inmisiones de ruido en el interior de las viviendas como del ruido ambiente resultado de la concentración de las actividades en ambas calles.
El fiscal también ha constatado “la tolerancia que determinados funcionarios del Ayuntamiento de Sitges” hacia el ruido provocado por los locales y restaurantes “eludiendo de forma consciente por pasividad e inacción sus obligaciones de control e inspección que la normativa impone”, por eso también hay tres técnicos municipales denunciados. En concreto señalan que los acusados “eran los directamente responsables de ejercer las competencias en materia de inspección y control de las actividades llevadas a cabo por los locales de ocio del municipio, a fin de emitir las correspondientes actas de inspección a los efectos oportunos, tales como en su caso la incoación y tramitación de un expediente sancionador contra el establecimiento en caso de incumplimiento de la normativa medioambiental”.
Sin embargo, el fiscal señala que, de la documentación remitida por el propio Ayuntamiento, “se observan graves irregularidades en cuanto a las funciones de inspección y control de las actividades regladas; así, falta de respuesta eficaz y de actuación ante las reiteradas quejas y denuncias de los afectados; inacción de los responsables frente a la evidente constatación de infracciones en materia medioambiental; expedientes sancionadores incoados que se dejaban caducar o finalmente se archivaban sin resolución disciplinaria. Resalta especialmente por su relevancia a efectos penales los numerosos supuestos en los que los técnicos municipales denunciados no comprobaron qué establecimientos de ocio nocturno contaban con limitadores acústicos homologados y debidamente conectados al sistema de seguimiento online municipal como era preceptivo, a fin de poder realizar un control continuo y efectivo de las emisiones acústicas del local. Y resulta igualmente llamativo el hecho de que, si bien con anterioridad al inicio de la presente investigación y de los consiguientes requerimientos policiales al Ayuntamiento de Sitges los expedientes relativos a dichas actividades de ocio demoraban su tramitación y/o resolución durante años, a partir de 2019, coincidiendo con la intervención policial, dichos informes técnicos y resoluciones sancionadoras contra las actividades se ven sensiblemente agilizadas, resolviéndose en escasos meses los expedientes que llevaban años paralizados”.