Salamanca inicia la actualización de su mapa de ruido, que debe estar terminada este 2019. Un 20% de las viviendas sufren niveles de ruido por encima de lo recomendable. El tráfico, el mayor problema.

Salamanca va a dar el primer paso para actualizar su mapa de ruido, el documento que clasifica las zonas del municipio por el nivel de decibelios que sufren, fundamentalmente, del tráfico rodado. La actualización se antoja necesaria porque el actual plan está en la recta final de su vigencia, ya que entró en vigor en 2014 y estaba previsto para cinco años. Eso sí, en su día ya se elaboró con retraso porque tenía que haber estado listo en 2012. Unos 32.000 salmantinos se ven afectados, de forma global, por niveles de ruido superiores a los recomendados producidos fundamentalmente por el tráfico.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 20% de los europeos están expuestos a niveles sonoros de más de 65 dBA durante el día y un 30% sufren niveles superiores a los 55 dBA durante la noche. Esos son los niveles que la organización considera soportables antes de que afecten a la salud. En Salamanca, de un total de más de 90.000 viviendas, más de 10.000 viviendas sufren ruidos de más de 65 decibelios durante el día, y 24.132 de más de 55 decibelios durante la noche. Unas 18.585 viviendas reciben en global más ruido del recomendable.

El mayor problema es el tráfico y se entiende observando los mapas por calle del documento sobre el ruido en la ciudad. El centro es una ‘jaula’ de ruido procedente de la primera ronda; las rotondas y todas las calles principales forman un entramado de ruido procedente del tráfico con niveles por encima de los niveles recomendables y que traspasan al interior. Los colores naranja, rojo y morado delatan la situación.

Este martes llega a comisión informativa la contratación de la asistencia técnica para la redacción del proyecto de Actualización del Mapa estratégico de ruido y plan de acción de Salamanca, que costará unos 65.000 euros. El expediente para su contratación se aprobó en octubre del año pasado y todavía hay trámites por resolver a pesar de que el plan de control de ruido afronta sus últimos meses de vigencia.

La actualización del mapa es vital para uno de sus objetivos, reducir el nivel de ruido al que están expuestos los salmantinos. Una de sus funciones es tomar medidas para reducir el número de decibelios a los que están expuestas viviendas, calles, hospitales o centros escolares. Se analizará el cumplimiento de la legislación en la materia y se revisará la zonificación acústica de la ciudad.

Hospitales y colegios

Además, el mapa de ruido analiza los decibelios que llegan a centros sanitarios y colegios. En el caso de Salamanca, el último mapa confirmó que el complejo hospitalario recibe más ruido del recomendable en todas las mediciones (mañana, tarde, noche y global). Y que más de 90 de los 120 centros escolares están expuestos a un nivel de decibelios por encima de lo recomendable.