La Plataforma Vecinal Las Canteras y su entorno es la respuesta de los residentes en la zona a «la invasión de la vía pública». Cansados de ruidos, inseguridad y suciedad se han organizado ante la «desidia» municipal. Exigen al Ayuntamiento que haga cumplir la normativa y aclaran que «no estamos en contra de los empresarios».
Los problemas de ruido, inseguridad y suciedad que sufren los residentes en las calles cercanas a la playa capitalina motivó la creación, el pasado octubre, de la Plataforma Vecinal de Las Canteras y su entorno, un colectivo integrado por las asociaciones de vecinos Muro Marrero y Betancores–Farray que cuenta además con el apoyo de otras organizaciones ciudadanas del barrio de Guanarteme y de zonas como Vegueta y Triana.
«Nos hemos visto obligados a actuar porque no nos queda otra», apuntan los vecinos que la integran y que se reconocen cansados de la situación y de la «desidia total del Ayuntamiento, de los que están ahora y de los que han estado antes».
Aseguran que la decisión de configurarse en plataforma y hacer pública la situación que viven «de lunes a lunes, de día y de noche», nace de la impotencia de «llamar tantas veces a la Policía y de que no hagan caso».
Apuntan que en esta parte de la ciudad, «al igual que en otros puntos», se ha producido «un crecimiento desmesurado de los locales con terrazas». Aunque se apresuran a aclarar que «no estamos en contra de los empresarios que cumplen», sí que reclaman al Ayuntamiento que haga respetar la normativa que regula los horarios de apertura de los establecimientos de ocio y restauración y la ocupación de la vía pública, «que es de todos, también de los vecinos», que «tenemos derecho al descanso».
Así, denuncian que en algunas de las calles de esta parte de la capital se registran «hasta 10 terrazas en apenas unos metros cuadrados». Además, critican que «muchos de esos negocios tienen autorizadas cuatro mesas y ponen 20», porque son locales de poca superficie «que convierten la terraza en su comedor».
Apuntan que esta situación hace que los vecinos tengan dificultades para acceder a sus casas, pues han de sortear una marea de mesas y sillas. Incluso, dicen que estorban la actuación de los servicios de emergencia y relatan el caso de una vecina de la plaza de Los Betancores, que sufrió un percance y la ambulancia que acudió a socorrerla debió esperar a que parte de ese mobiliario fuera retirado.
Asimismo, reconocen que la falta de «vigilancia y de batidas policiales» se traduce en que, una vez cierran los locales, «mucha de la clientela permanezca en la calle con sus bebidas» e incluso compre alcohol en los 24 horas, «a pesar de que la venta está prohibida entre las 22.00 y las 08.00 horas», formándose «auténticos botellones bajo nuestras casas», por lo que a la molestia por ruidos se suma la suciedad que dejan.
Los afectados explican que a estos problemas se suma «el tráfico de drogas y la inseguridad» que se genera.
Dicen que el Ayuntamiento se excusa «en falta de medios y de presupuesto» para no actuar, pero ellos reclaman su derecho a tener «un bienestar social».
Añaden que las calles peatonales se han convertido en zonas de carga y descarga, pues los proveedores dicen que los espacios destinados a este fin «están lejos de los establecimientos».
Todas estas quejas las han argumentado en las más de 70 denuncias que han presentado al Ayuntamiento y de las que esperan respuesta. La última, este domingo día 4, vía telemática, por «volumen excesivo de locales de ocio con terrazas» en Joaquín Costa y Los Betancores
Además, aguardan una reunión con la directora de Actividades Clasificadas, «que nos está esquivando», y no descartan acudir a la vía judicial.
Fuente: canarias7.es