Las denuncias y quejas contra el ruido vertebran España

El 46,5% de los españoles cree que vive en una ciudad ruidosa

El tráfico en Vigo y A Coruña, los trenes en Alicante, el aeropuerto en Barcelona, la A-66 en Asturias, los apartamentos turísticos en Sevilla, los disco bares en Logroño, los gimnasios en Granada, el botellón en Vitoria, los locales de ocio efímeros en Ibiza, los vecinos en Madrid…

Es el mapa de España atravesado por un solo problema, el ruido, capaz de vertebrar un país más allá de lenguas, costumbres o aspiraciones políticas. Está confeccionado con los casos que lleva la Asociación de Juristas contra el Ruido.

Somos el segundo país más ruidoso del mundo, solo superado por Japón, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto se traduce, para la presidenta de esta asociación, Yomara García, “en un aumento en los últimos años de las denuncias de particulares, comunidades y asociaciones de vecinos”.

También ha subido la venta de materiales para la insonorización en la construcción de viviendas, “sobre todo en obra nueva y en la rehabilitación para paredes y techos”, según Yago Massó, secretario técnico de la Asociación Nacional de Fabricantes de Materiales Aislantes (Andimat). Los españoles confirman esta realidad. El 46,5% cree que vive en una localidad muy o bastante ensordecedora. El porcentaje sube al 74% en Madrid. Por debajo están Bilbao (46%) o A Coruña (37%). Son datos del último Observatorio DKV Salud y Medio Ambiente.

Barcelona es la séptima ciudad del mundo con mayor nivel de contaminación acústica. Madrid es la decimosexta, según un estudio de The World Hearing Index de 2017. El tráfico es el causante del 80% de los sonidos que ponen nerviosos al 39,2% de los españoles y a un 38,8% de los madrileños.
Cien mil madrileños de los barrios de Lucero, Aluche y Campamento viven diariamente el problema con los coches que pasan junto a sus casas por la A-5. Soportan 85 decibelios de día y 72 de noche, según Sergio Fernández, de la Plataforma Campamento.

José Ángel Gamallo, responsable técnico de aislamiento de la empresa Danosa, propone actuar sobre las ventanas “con un doble cerramiento” y en la fachada “con un aislamiento térmico” para “lograr una pequeña mejora del aislamiento acústico”.

Hogares e industrias

Los españoles que se quejan de los ruidos de los vecinos son un 15,2%, recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE). Entre ellos está José Coronado, un joven que vive con sus padres en un piso de La Latina de Madrid y que sufre desde hace cinco años “un verdadero infierno” con las molestias de sus vecinos de arriba con fiestas, golpes, ladridos de perros, etc.

“Lo más eficaz sería insonorizar el suelo del piso del vecino”, dice Miguel Gayá, administrador de la empresa DB Ingeniería Acústica, SL, que califica este problema “como uno de los más difíciles y para el que no hay garantía de lograr” un gran resultado.

Los sonidos molestos son también responsables de la disminución del rendimiento y del aumento del absentismo laboral en oficinas ruidosas. Es el caso de Luis García (nombre ficticio). Trabaja en un call center de Konecta en Madrid. “En una planta de 100 metros cuadrados trabajan a la vez 500 personas como teleoperadores”, lo que provoca un murmullo constante que se traduce “en dolores de cabeza, estrés e insomnio”.

“En este caso lo mejor es destruirlo en origen”, señala Miguel Gayá. “Falsos techos porosos, mamparas, etcétera” son las soluciones que aporta.

Este alto nivel en el puesto de trabajo afecta a algo más del 20% de los empleados en España. Son datos del reciente informe Condiciones de trabajo desde una perspectiva mundial, elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y Eurofound, que estudia estos aspectos en la Unión Europea y otros doce países americanos y asiáticos y que afecta a 1.200 millones de trabajadores.

Las industrias son responsables de generar el 10% del ruido, tanto para sus trabajadores como para las personas que viven cerca. En Algeciras (Cádiz), miles de personas conviven diariamente con los sonidos de esta actividad.

“Pantallas que lo absorben o silenciadores y amortiguadores” son algunas soluciones que propone o silenciadores y amortiguadores” son algunas soluciones que propone Diego de la Fuente, ingeniero de ventas de Vibrachoc, una multinacional que vende sistemas para los ruidos de la industria. 

Todo un catálogo de soluciones para luchar contra este problema. Aunque quizá sería mejor escuchar al escritor Julio Llamazares y convertir “la conquista del silencio en un objetivo político”.

Diego de la Fuente, ingeniero de ventas de Vibrachoc, una multinacional que vende sistemas para los ruidos de la industria.
Todo un catálogo de soluciones para luchar contra este problema. Aunque quizá sería mejor escuchar al escritor Julio Llamazares y convertir “la conquista del silencio en un objetivo político”.