La Policía Municipal registra 300 denuncias de los vecinos del distrito por el ruido de estos músicos en la calle

Un círculo de personas, móvil en mano, rodea a un joven que toca una canción de Ed Sheeran en la Plaza de Callao. Ese es esta vez el escenario concreto, pero la escena bien se podría estar desarrollando en cualquiera de las calles del centro de Madrid, donde músicos de todo tipo se congregan ante la atenta mirada de turistas que se acercan a la capital. Concretamente, según los datos que maneja el Ayuntamiento, el distrito Centro cuenta con aproximadamente 900 autorizaciones para músicos que desarrollan su actividad en la vía pública.

Pero desde la corporación municipal están dispuestos a que esta situación cambie «cuanto antes» ante «las numerosas quejas» de vecinos y comerciantes, señalan las fuentes municipales consultadas por EL MUNDO. La Policía Municipal ha registrado concretamente 300 denuncias de residentes en esta zona de la capital por «las molestias» que les genera este tipo de actividades musicales en los últimos seis meses del año 2019.

Ante esta situación, la medida que se tomará desde el distrito Centro es una «reducción importante y significativa» de las autorizaciones para músicos que tocan en la calle. Esas son las dos palabras empleadas por fuentes municipales en conversación con este diario. Las mismas fuentes aseguran que aún no está decidido el recorte exacto que se llevará a cabo, porque aún no han mantenido «una reunión con las asociaciones de músicos de calle», pero sí que será numeroso porque consideran que el número actual de licencias es «muy elevado».

Lo que sí tienen claro en Centro, distrito que preside el edil popularJosé Fernández, es el método para la concesión de las autorizaciones y que habrá «una reordenación» de los músicos en los espacios. «Se realizará por sorteo y todos los músicos tendrán que presentarse para acceder a una de ellas», apuntan las fuentes consultadas, que añaden que toda esta estrategia se desarrollará con «el seguimiento» de las áreas de Medio Ambiente y Movilidad y Cultura así como desde «el consenso» con las asociaciones de vecinos, comerciantes y músicos para cumplir la Zona de Protección Acústica (ZPAE).

Es precisamente a uno de los puntos de esa ZPAE al que aluden desde el Consistorio de la capital cuando señalan que su intención es que haya «una diferencia clara entre ejes comerciales y residenciales». La normativa fija tres áreas claramente diferencias: una donde se prohíbe la presencia de músicos –Plaza MayorPlaza de Santa Anala Plaza del Ángelcalle Fuencarral…-; otra, centrada en el uso terciario, menos restrictiva y con horarios más amplios; y una tercera, de carácter residencial, con horarios más restringidos y con unos límites de ruido menos permisivos. Así, en la segunda área las actuaciones se permiten todos los días de 10 a 15 horas y de 17 a 22 horas -en verano hasta las 23 horas- mientras que en la tercera el horario es de miércoles a domingo de 12 a 14 horas y de 18 a 20 horas -en verano de 19 a 21- y los sábados de 10 a 15 horas y de 17 a 22 horas -ampliadas hasta las 23 en verano-. Además, en esta última se impide el uso de amplificadores y percusión.

«La situación es que unos cuantos músicos, digamos 100 o 200, vuelven locos a miles de vecinos porque han tomado la vía pública como un escenario y se ha generalizado el uso de amplificadores en zonas donde están prohibidos», afirma a EL MUNDORicardo Bustos, presidente de la Asociación de Vecinos de la Plaza Mayor de Madrid (VPMMAD), que indica que «no se cumple la normativa» y «la Policía no actúa porque no da abasto o no está formada».

Este tipo de situaciones son las que han llevado al distrito Centro a actuar y bloquear la concesión de autorizaciones hasta que se ponga en marcha la nueva estrategia, según explican en el Gobierno municipal. Una estrategia en la que también se dejará una parte de las autorizaciones «para músicos de corta estancia» en la capital que provengan de otros puntos nacionales e internacionales por un plazo inferior al mes.

Entre las nuevas actuaciones, el Ayuntamiento también apostará por «una identificación más visible» que acredite a los músicos en el espacio que les sea asignado para «facilitar el trabajo de la Policía Municipal» y por el uso del término «músicos de calle» en lugar de músicos callejeros por considerarlo «menos despectivo».

En estos momentos, representantes del distrito están en pleno proceso de negociación con vecinos y comerciantes y se reunirán en breve con los músicos para trazar el plan a seguir en esta materia. «Nos parecen bien estas medidas, pero hay que hacer que se cumplan», argumentan desde la VPMMAD. «Es una música que se produce a destiempo y que en muchos casos ni siquiera es música», apostilla Rafael Molina, presidente de la Asociación de Comerciantes de la Plaza Mayor.

El portavoz del PP en el pleno del distrito Centro, Juan José Cigarrán, ya había apostado el pasado miércoles durante la sesión plenaria por «limitar» las actividades los músicos para «garantizar el silencio de los vecinos». Una línea similar a la que ahora plantea la corporación municipal respecto a estos músicos callejeros. «Necesita ser regulado, comedido y probablemente disminuido», incidía el portavoz popular.

Desde la oposición, Más Madrid se mostró muy crítico con la limitación de estas actividades musicales en las vías públicas durante la Comisión de Cultura del Ayuntamiento de Madrid del pasado martes. La portavoz de Cultura, Pilar Perea, destacaba que las medidas restrictivas empujan hacia la «mendicidad musical» a una «tradición cultural de la ciudad de Madrid». La edil adhería asimismo que se está llevando a los músicos callejeros hacia la «ilegalidad» por «realizar una práctica que cuenta con un mecanismo legal que les permite tocar».

Fuente: elmundo.es