«Existe falta de concienciación y de información sobre la contaminación acústica como problema de salud pública».
¡Preguntas, contestamos, decides!
Una iniciativa de Juristas contra el Ruido y conRderuido.com
¿Por qué les cuesta tanto a los políticos respetar el descanso de los ciudadanos? Incidimos en esta cuestión y respondemos a otras preguntas sobre el ruido y la contaminación acústica.
¡Preguntas, contestamos y decides! En esta sección los/las abogados/as especialistas en ruido y contaminación acústica de Juristas Contra el Ruido responden a tus preguntas sobre cómo abordar este grave problema.
Te lo contamos en conRderuido.com, el portal profesional exclusivo de IPDGrupo.com que te ofrece información para decidir sobre ruido, salud y convivencia.
¿Por qué les cuesta tanto a los políticos respetar el descanso de los ciudadanos?
Existe falta de concienciación y de información sobre la contaminación acústica como problema de salud pública. La contaminación acústica mata.
Hay una tendencia a minimizar el problema y un desconocimiento de la norma. También concurren intereses económicos, a los que dan preferencia, olvidando la salud… y que las personas afectadas también generan empleo y trabajan.
Obviar estas cuestiones también supone un coste económico, sanitario, hospitalario y de absentismo laboral, entre otras.
Derechos fundamentales
Muchas medidas que deberían adoptarse pueden resultar impopulares, lo que supone temor a perder votos.
Sin embargo, son cada vez más los ciudadanos que reclaman la protección de sus derechos fundamentales, así como la necesidad de que se cuide y proteja el medio ambiente urbano, y que se fomente el confort acústico. Y éstos también votan y se están movilizando a nivel nacional.
Las sentencias, desde hace años, tanto del Tribunal Supremo, Tribunal Constitucional y Tribunal Europeo de Derechos Humanos, recalcan que incluso aunque la cuestión implique un desgaste político, la Administración debe actuar en defensa de la legalidad vigente.
Obligación legal de actuar frente al ruido
Se requiere una actuación positiva y efectiva en la protección de los derechos fundamentales por parte de los ayuntamientos, para proteger la integridad física y mental, intimidad personal, e inviolabilidad del domicilio de sus vecinos.
Los ayuntamientos tienen la obligación legal no sólo de actuar dentro de sus competencias medioambientales, sino que esta actuación tiene que solucionar realmente, efectivamente, la contaminación acústica que padecen los vecinos.
Tampoco podemos olvidar la responsabilidad penal a la que podrían exponerse los responsables públicos por la comisión del delito medioambiental en su modalidad de contaminación acústica y de prevaricación por omisión.
¿Podemos y debemos alzar la voz frente al ruido que daña nuestra salud física y mental, además de la convivencia?
Por supuesto. Las personas afectadas por este problema tienen todo el derecho a reclamar y a ser oídos. Y tienen derecho a «ser dejados en paz».
Se sienten aliviadas cuando en nuestros despachos conocen el alcance de sus derechos y la forma de ejercitarlos, porque en muchas ocasiones las tachan injustamente de antisociales, tiquismiquis, amargados, etc.
En este tema es muy típico que si a alguien no le toca el problema lo minimice, porque le pasa a otra persona. Falta solidaridad y empatía. Y no podemos olvidar que mañana te puede tocar a ti.
Todos necesitamos dormir y poder tener una vivienda habitable en la que ejercitemos el uso normal de la misma tanto de día como de noche. Y también tenemos derecho a un medio ambiente urbano saludable.
¿Habría que cambiar la legislación para proteger más a los ciudadanos frente al ruido? ¿Qué propone Juristas contra el Ruido?
La norma es siempre mejorable. De hecho, se está trabajando ahora en la reforma del Real Decreto 1367/2007, de 19 de octubre, por el que se desarrolla la Ley 37/2003, de 17 de noviembre, del Ruido, en lo referente a zonificación acústica, objetivos de calidad y emisiones acústicas.
Sin embargo, la legislación existente actualmente ya tiene herramientas para luchar contra la contaminación acústica.
Lo que de verdad necesitamos es una efectiva aplicación de la ley, expedientes más ágiles y eficaces, tanto a nivel administrativo como a nivel judicial, formación, campañas de concienciación y voluntad política.
