Proteger el sonido de las campanas y, al mismo tiempo, garantizar el descanso de los vecinos. Compromís ha registrado en el Senado una moción con ese doble objetivo que contempla una regulación para el conjunto de España. La propuesta incluye prohibir el tañido de los campanarios desde las diez de la noche hasta las ocho de la mañana salvo contadas excepciones —como la catedral de Santiago de Compostela— justificadas por razones técnicas.
La medida promovida por la coalición valenciana que ha registrado el senador Carles Mulet no persigue solo restringir el toque nocturno de las campanas. Al contrario: la moción insta a declarar su sonido Bien de Interés Cultural Inmaterial para evitar el choque que ahora se produce entre la tradición y las normativas de contaminación acústica, lo que conduce a resultados desiguales en función de cada municipio y comunidad autónoma.
Francesc Llop, antropólogo especializado en toques de campanas que ha asesorado a Compromís, ha contabilizado más de 200 denuncias presentadas en España en los últimos años por vecinos molestos porque el ruido de las campanas no les dejan dormir o porque alegan que el sonido supera los límites establecidos por la normativa acústica.
“Casi siempre son forasteros que se compran una casa al lado del campanario de un pueblo. Lo que deberían pensar es que la campana probablemente lleva allí varios siglos y que son ellos quienes deberían haber caído en ese hecho antes de mudarse junto a ella”, comenta Llop, él mismo uno de los últimos campaneros de Valencia y responsable de las campanas de la catedral de la ciudad.
“Los campanarios todavía son el símbolo más característico en las siluetas o skyline de la mayoría de pueblos de nuestro Estado. El sonido de las campanas ha servido durante siglos para marcar las horas, los eventos extraordinarios, como fiestas, entierros y alertas, generando un patrimonio inmaterial de incalculable valor”, señala la moción presentada por Mulet, que está integrado en el Grupo Mixto del Senado.
Búsqueda de consenso
Mulet afirma que el documento registrado en el Senado es un punto de partida para buscar el consenso con el resto de grupos. Y para que la Cámara alta pida al Ministerio de Cultura que actúe como mediador ante las comunidades autónomas con el fin de que las normativas acústicas tengan en cuenta las características especiales de las campanas. “No estamos hablando de ruido, sino de sonido”, sostiene el senador.
La iniciativa contempla excepciones. Una de ellas es que las campanas con mecanismo automático tradicional puedan sonar también por la noche. El motivo es que estos relojes no pueden ser desactivados durante unas horas —algo que sí puede hacerse por los que están controlados por ordenador— y que representan, según la moción, “destacados y escasos elementos de patrimonio industrial en uso”.
De las 95 catedrales españolas, por ejemplo, solo continúa utilizándose en dos: las de Santiago y Mondoñedo, ambas en Galicia. En toda Valencia, solo un campanario, un edificio civil construido en los años veinte conocido como la Casa del Chavo, mantiene el mecanismo.
La propuesta “recomienda” que los toques de misa diaria, “salvo costumbre antigua”, utilicen una campana pequeña y den un solo tañido cinco minutos antes del inicio del acto religioso. Apuesta por aplicar para las horas el “modo francés”, lo que implica “un golpe a la media y las horas sin repetición”. Y que las campanas mayores solo se utilicen en las cuatro celebraciones religiosas más importantes del año: “el Corpus, la Pascua, la Navidad y los patronos de cada población”.
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