Amargados por una discoteca. Los vecinos de la calle Fernández de los Ríos no pegan ojo por la multitud de jóvenes que se concentran cada noche a las puertas de una conocida discoteca. El ruido dura hasta altas horas de la madrugada y los vecinos denuncian que es imposible conciliar el sueño porque la gente sale a la puerta cada dos por tres a fumar, a beber y que cuando no hay una pelea se produce trapicheo de drogas.

Es una discoteca, con toda su documentación en regla, pero que está en una zona muy frecuentada por universitarios y en una calle en la que los domicilios particulares se encuentran muy cerca de la entrada de la discoteca.

Los vecinos reclaman una solución para poder conciliar el sueño y que desciendan los niveles de ruido.