El colectivo vecinal de Vegueta y Triana demanda al alcalde que no permita un aumento de superficie para mesas y sillas superior al 50%. La asociación Juristas contra el Ruido también advierten del perjuicio para la convivencia ciudadana
La asociación de vecinos Triana-San Telmo, integrada en la federación nacional de asociaciones contra la contaminación acústica y en defensa del patrimonio histórico, ha pedido al alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, que se limite a acatar la orden nacional que fija en el 50% el máximo de aforo de las terrazas durante el periodo de alarma por la crisis sanitaria de la Covid-19, y que paralice la iniciativa de ampliar el espacio a estos negocios, como se acordó entre los empresarios y el propio Consistorio capitalino.
«No puede ser terraza para todos», expuso la presidenta del colectivo vecinal, Pepa Sánchez, quien recuerda que «el alcalde no puede disminuir el espacio peatonal en ningún momento».
La representante vecinal ha anunciado ya la presentación de alegaciones contra la resolución del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria que abre la mano a la obtención de un permiso municipal para la ampliación de la superficie destinada a terrazas.
«Alegaremos porque no se trata de terrazas sí o sí, sino de autorización de terrazas que se ajusten a las órdenes sobre la actividad física durante el confinamiento y sobre la que determina la aplicación de la fase 1 de la desescalada», aseguró Sánchez, «la responsabilidad del Ayuntamiento es velar por el cumplimiento de las órdenes con los medios a su alcance porque de ello depende la salud de todos».
También ha alertado de los efectos negativos que pueden tener las ampliaciones de terrazas la asociación nacional profesional Juristas contra el Ruido, que el pasado fin de semana emitía un comunicado firmado por su presidenta, la canaria Yomara García, en el que alertaba de «los efectos negativos que dichas medidas tendrán sobre la convivencia vecinal y para los residentes de las zonas afectadas, al margen de otras cuestiones preocupantes como la posible propagación del virus Covid-19».
Pepa Sánchez recuerda que en todas las calles donde hay terrazas se tienen que respetar dos trayectos peatonales para que los vecinos no coincidan y pueda garantizarse un distanciamiento de seguridad interpersonal.
Mientras tanto, las terrazas siguen esperando por una respuesta del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para saber si pueden conquistar más espacio o no. Las diferentes zonas comerciales abiertas consultadas por este periódico confirmaron que todavía no se ha recibido ninguna contestación respecto a la petición de ampliación de espacio hecha por los propietarios de unas 130 terrazas.
«Que nos den el permiso ya», expuso Angélica Rodríguez, de la zona Santa Catalina, quien respondió al concejal de Urbanismo, Javier Doreste. «Fue él el que nos pidió una petición individual pese a que ahora diga que había que hacerla por calles», señaló. También Olga Palacios, de la zona de Vegueta, insistió en la misma idea: «Él fue el que dijo que presentáramos el plano de la terraza, y no nos dijo que lo hiciéramos de la calle». En su opinión, hace falta más coordinación en el Ayuntamiento.