COMUNICADO DE LA ASOCIACION NACIONAL PROFESIONAL “JURISTAS CONTRA EL RUIDO”, TRAS LAS NOTICIAS PUBLICADAS SOBRE LA AMPLIACIÓN DE TERRAZAS.

Desde Juristas Contra el Ruido, asociación nacional integrada por profesionales del Derecho, sensibilizados y especializados en la temática ambiental acústica, que pretende combatir jurídicamente las causas y los efectos del ruido, promover la concienciación, facilitar información y colaborar con otros profesionales y organismos en la lucha contra el ruido, hemos tenido conocimiento de que en los últimos días numerosos ayuntamientos autorizarán con carácter inmediato la ampliación de terrazas de bares, cafeterías y restaurantes.

Medidas acordadas con representantes de la hostelería, sin haber tenido en cuenta las reclamaciones de las asociaciones de vecinos afectados, la Federación de Asociaciones contra el ruido y en defensa del patrimonio histórico (Facuspat), y la Federación de Asociaciones contra el Ruido.

Queremos manifestar nuestra preocupación por estas autorizaciones y alertar de los efectos negativos que dichas medidas tendrán sobre la convivencia vecinal y para los residentes en las zonas afectadas, al margen de otras cuestiones preocupantes como la posible propagación del virus COVID -19

En el caso del Ayuntamiento de Madrid se ampliará el espacio de las terrazas en diversas zonas, su horario en media hora hasta las 2.30 horas y se permitirá que tengan música que no supere los 80 decibelios. En estudio, la posibilidad de sacar barras a la calle. Dichas autorizaciones son similares a las que se pretende acordar en otros lugares.

Es preciso afirmar que dichas medidas son nulas de pleno derecho, ya que se acuerdan por ordenanza, norma que en ningún caso puede conculcar la Ley del Ruido, la constitución española y demás normativa en la materia. Con su implantación se pondrá en grave peligro la salud de las personas y, por ello, se podría estar incurriendo en un delito contra el medio ambiente contemplado en el art. 325 del Código Penal.

Comprendemos la gravedad de la situación económica y el impulso necesario al sector hostelero en estas circunstancias, pero siempre desde la perspectiva de la excepcionalidad, no pudiendo implantarse ni mucho menos consolidarse situaciones absolutamente ilegales.

Nos preocupa especialmente que en algunos casos se permitirán equipos de música en el exterior para ambientar, con unos niveles de hasta 80 decibelios.

Queremos indicar que los equipos de música al aire libre están prohibidos y que dicho límite de 80 decibelios se estableció para ambientación musical en el interior de los locales, obviamente con los aislamientos y acondicionamientos que permitan dicho nivel para no generar molestias.

Los niveles máximos permitidos por la normativa estatal (Ley del Ruido y RD 1367/2007) para niveles en el exterior son 55 Lk durante el periodo de día y tarde (60 corregido) y 45 Lk en el periodo nocturno (50 corregido).

Si se permiten equipos de música que emitan hasta 80 decibelios, sin tener en cuenta el ruido propio de la clientela, los niveles se incrementarán en 20 decibelios en periodo diurno y 30 en el nocturno, es decir, superarán con creces los límites máximos contemplados en la normativa estatal.

Cada 3 decibelios, la presión sonora se dobla. Es decir, nos encontraríamos ante una situación en la que habría hasta 64 veces más ruido del permitido en el periodo diurno y unas 500 veces más en periodo nocturno.

Todo ello implica una situación de grave riesgo para la salud de las personas, que no podrán protegerse ni cerrando las ventanas de sus casas, y más ahora que se acercan periodos de más calor, ya que el ruido sería demasiado elevado para que no se produjeran inmisiones.

En conclusión, la aplicación de estas medidas convertirá zonas residenciales en lugares con un ruido superior a una zona industrial, acercándose a los niveles máximos para infraestructuras de transportes, convirtiendo las zonas de terrazas en zonas contaminadas acústicamente.

En estos momentos debemos ser más conscientes aún si cabe de las consecuencias que las inmisiones por ruidos ocasiona a nuestra salud física y mental y que resultan vulnerados derechos fundamentales tales como la intimidad personal, la inviolabilidad del domicilio y la salud. El medio ambiente exige prevención y cautela. No creemos un problema que luego será muy complicado resolver.