La contaminación ambiental y acústica exterior afecta directa y negativamente al interior de las viviendas y a la salud de las personas que viven en ellas, según un estudio que apunta que el 62,7% de los ciudadanos no toma ninguna medida para reducir estos impactos.

El “Estudio sobre Contaminación Ambiental y Acústica en los hogares españoles”, elaborado por Deceuninck y presentado este viernes en la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, indica que 9 de cada 10 españoles consideran que la mala calidad del aire y el ruido en el interior de su vivienda afecta directamente a su salud.

El arquitecto y director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona y uno de los participantes en este informe, Josep Muntañola, establece además una relación entre la calidad urbanística y el desarrollo cognitivo de los niños, incluso en el interior de los hogares.

“Es importante que los niños puedan oír cómo hablan los padres para el desarrollo del lenguaje, y con ruido por encima de 50 decibelios ese desarrollo se retrasa”, ha declarado a Efe ese experto, que añade que una demora de tres o cuatro meses en el aprendizaje del habla es ya muy perjudicial.

El catedrático de Ingeniería Ambiental, José María Baldasano, ha afirmado que parte de la contaminación que está presente en el interior de las viviendas viene de los nuevos materiales que estamos usando, tanto para la construcción como para el mobiliario.

En este sentido, explica que en los muebles hay elementos “como barnices que tienen compuestos que se evaporan y volatilizan. Es algo que se da mucho en las oficinas pero que también estamos viendo en los hogares”, por lo que destaca la importancia de ventilar los espacios, algo que, asegura, es una práctica común en España.

Sin embargo, esto no siempre garantiza la calidad del aire en el interior de las casas, puesto que en zonas con un alto índice de contaminación atmosférica, como Madrid y Barcelona, el aire contiene pequeñas partículas que los pulmones no pueden filtrar y que son perjudiciales para la salud.

De ahí la importancia de reducir las emisiones de CO2 “para pasar a un modelo que el cambio climático nos está exigiendo”, según Baldasano, que también asegura que en cuanto a energía, “no basta” con usar las renovables, sino que hay que “mejorar energéticamente los edificios”.

Los expertos consultados para el estudio coinciden en que los problemas de salud derivados de la contaminación se dan “de forma gradual y manifiestan su gravedad pasados unos años”.

Estiman que “para España, el coste en salud traducido en absentismo, pérdida de productividad o atención sanitaria, ascendería a unos 14.000 millones de euros”, ya que este tipo de contaminación afecta a la salud de forma gradual

Por esta razón, afirman que las medidas encaminadas a mejorar las condiciones ambientales en el interior de la vivienda “ayudarían a reducir costes para el sistema de salud”.

El estudio incluye una encuesta de la que se extrae que ocho de cada diez españoles considera que la contaminación ambiental “es un problema de salud pública mundial”, y sin embargo, el 62,7% reconoce que no toma ninguna medida para reducir el impacto que esta tiene en el interior de sus viviendas.

En este sentido, el informe concluye que “la protección frente a la contaminación debe ganar relevancia para el ciudadano” en un país en el que todavía existen más de 23 millones de viviendas de construcción antigua que no cumplen con las normativas de aislamiento y protección actuales. EFE