El poeta Juan Ramón Jiménez, decía “con ruido no veo”. Les invitamos en este día como acto simbólico, tal y como igualmente viene proponiendo la Sociedad Española de Acústica, a que a las doce de la mañana, en los centros escolares, universidades, empresas, domicilios particulares, centros de trabajo, etc., cada persona respete “60 segundos de silencio” al objeto de que se pueda percibir el ambiente sonoro que le rodea. E igualmente, se propone que cada Corporación Local organice una concentración en la puerta del ayuntamiento reuniendo al mayor número de ciudadanos junto con las autoridades municipales, para respetar los "60 segundos de silencio".
El Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido es una actividad que se desarrolla anualmente a nivel mundial, desde hace más de 20 años, el último miércoles del mes de abril, con el propósito de promover a nivel internacional el cuidado del ambiente acústico, la conservación de la audición y la concienciación sobre las molestias y daños que generan los ruidos.

El ruido es una de las graves lacras de nuestro tiempo. Por ello el tema elegido para las XXXI Jornadas de Coordinación de Defensores del Pueblo  ‘La invasión del domicilio por ruidos: la inviolabilidad del domicilio y el derecho a la integridad física y psíquica’. La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, declaró en dichas Jornadas “el ruido no nos deja vivir”. El informe anual del Defensor del Pueblo andaluz 2016 expone que más de la mitad de las consultas y referencias en las redes sociales, tienen que ver con la contaminación acústica: ruidos en los bares con actuaciones musicales, ferias en los pueblos y que molestan a los vecinos de alrededor, etc.

El ruido es todo sonido no deseado. En general llama la atención la falta de sensibilidad de muchos ayuntamientos y administraciones, cuya aplicación de la normativa y control del ruido es más que deficiente. El humorista Forges, premiado por Juristas contra el Ruido por su labor de denuncia sobre los daños que provoca la contaminación acústica, lo describe muy bien al decir en una de sus viñetas “Cómo estarán las cosas que este año el ayuntamiento sólo tiene presupuestados 84.000 ruidos para las fiestas”.

El ruido es susceptible de violar derechos constitucionales, tales como el derecho a la intimidad en el hogar, el derecho a un medio ambiente adecuado, el derecho a la integridad física (el ruido puede ser tortura), el derecho a la libre elección de domicilio y el derecho a la salud. El ruido puede ser considerado delito medioambiental con daño en las personas.

El ruido es energía, la cual se mide en decibelios. Si bien la Directiva de Ruidos Europea, traspuesta en la ley 37/2003 de 17 de noviembre, del Ruido establece que en dormitorios no se deberá superar los 25 o 30 dB, la realidad es que los diversos mapas de ruido realizados en nuestro territorio, indican que el ruido medio de sufren los ciudadanos de este país supera los 55 /60 dBA, llegando en muchos casos a alcanzar los 80 y más. 

La Comisión Europea ha denunciado que hay más de 80 millones de ciudadanos expuestos a niveles de ruido intolerables que dañan su salud gravemente. La OMS indica que en la Unión Europea el 40% de la población sufre niveles de ruido de tráfico superiores a 55 dBA, estando el 20% de la población afectada por ruidos superiores a 65 dBA. Ya en 2006 el Observatorio de Salud Ambiental indicó que en España existen 9 millones de afectados por ruidos superiores a los 65 dBA. 

Anualmente en Europa se estima que se pierden 1,6 millones de años de vida saludable por incapacidad provocada por el ruido. El 80% del ruido que nos afecta proviene del tráfico, el 10% de la industria, el 6% de los ferrocarriles y el 4% del ocio. La mayoría de las quejas de los ciudadanos se refieren al ruido del ocio (35%).   

La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que sólo el ruido derivado del tráfico en Europa causa el 1,8 % de los ataques cardíacos, además de provocar uno de cada cien casos de hipertensión, enfermedad que causa la muerte del 13 % de la población mundial.

En el año 2011 Juristas contra el Ruido concedió un premio al doctor Éduard Estivill por su labor en la concienciación sobre los peligros de la contaminación acústica, El doctor Estivill ha comprobado cómo los desórdenes del sueño provocados por el ruido son los responsables de un buen número de trastornos, desde metabólicos a hipertensión y problemas cardíacos. El doctor afirma que con la contaminación acústica «el cuerpo puede entrar en sueño pero sin pasar del sueño superficial» y confirma que «lo peor es el ruido intermitente, como un coche al pasar», estos «microdespertares», provocados por estímulos acústicos  llevan a la persona de una fase profunda del sueño a otra más superficial en la que no se descansa.

En su informe “efectos del ruido sobre la salud “el doctor Daniel Bernabeu Taboada explica como el ruido provoca una alerta por peligro en el organismo., la cual desencadena una serie de reacciones hormonales y fisiológicas que producen alteraciones cardiovasculares, alteraciones hormonales (aumento de adrenalina, noradrenalina, cortisol etc.). Todo ello conlleva una bajada de las defensas del sistema inmunológico, alteraciones respiratorias y alteraciones del sueño. Ello conlleva una alteración y disminución de la capacidad de concentración y de la capacidad de aprendizaje, entre otras, la imposibilidad de dormir bien a causa del ruido provoca dolores musculares, cansancio, fatiga. Todo ello produce irritabilidad y agresividad. El ruido también provoca alteraciones gastrointestinales, habiéndose constatado el aumento de úlcera duodenal. El doctor Bernabéu también constata efectos psicológicos del ruido, los cuales pueden ir desde una cierta sensación de malestar, a la falta de concentración e incluso la depresión. 

El exceso de ruido constituye un serio problema para el medio ambiente y un peligro para la salud pública.  Como ha indicado nuestro Tribunal Constitucional:
“El ruido, en la sociedad de nuestros días, puede llegar a representar un factor psicopatógeno y una fuente permanente de perturbación de la calidad de vida de los ciudadanos. Así lo acreditan, en particular, las directrices marcadas por la Organización Mundial de la Salud sobre el ruido ambiental. En ellas se ponen de manifiesto las consecuencias que la exposición prolongada a un nivel elevado de ruidos tienen sobre la salud de las personas (v. gr. deficiencias auditivas, apariciones de dificultades de comprensión oral, perturbación del sueño, neurosis, hipertensión e isquemia), así como sobre su conducta social.
Cada vez son más las denuncias y los afectados por ruidos y son necesarios planes de acción al respecto. Avanzamos a golpe de resolución judicial, destacando algunas sentencias recientes en la jurisdicción contenciosa administrativa que condenan a los Ayuntamientos por su inactividad, así como en la jurisdicción penal en la que cada vez hay más condenas a los autores de delitos de contaminación acústica, así como a los responsables municipales por desobedecer resoluciones que obligan a tomar medidas contra el ruido. Pero es necesario algo más.

Luchemos por la salud de nuestros ciudadanos, por un entorno sano que redundará en el turismo y en la economía. Para ello es preciso un cambio de mentalidad y el abandono de la pasividad impulsando las siguientes propuestas:

  • Sensibilizar a la Administraciones, a la clase política, al sector privado y a los propios ciudadanos de la realidad y contundencia de este problema en nuestro país.
  • Sensibilizar a los empresarios para que adopten medidas preventivas y en orden a evitar incumplimientos de la normativa.
  • Procurar una mejora de la insonorización y aislamiento acústico de los establecimientos.
  • Armonizar las normativas autonómicas sobre este tema, así como el catálogo de actividades implicadas.
  • Resolver el problema de los horarios de cierre de establecimientos, propugnando el cumplimiento de los mismos y de la normativa.
  • Educación: inclusión de dicha problemática en los temarios educacionales. Concienciar a nuestros pequeños y a nuestros jóvenes.
  • Acabar con el estado de desesperanza y escepticismo del ciudadano ante la apatía y falta de socorro ante este problema.
  • Dotar de medios a las administraciones y a los ciudadanos para la mejora en las mediciones acústicas. Dar cumplimiento al derecho del ciudadano a que se le compruebe correctamente, en tiempo y forma, la contaminación acústica que soporta.
  • Adoptar de forma inmediata las medidas provisionales que procedan para el cese de las inmisiones.
  • Cumplimiento de las Normas básicas de construcción sobre aislamiento e insonorización.
  • Facilitar la búsqueda y consecución de los medios, recursos y procedimientos para alcanzar una tutela judicial efectiva contra el ruido.

 

Juristas Contra el Ruido es una asociación que desarrolla su actividad en todo el territorio estatal, integrada por profesionales del Derecho sensibilizados y especializados en la temática ambiental acústica, y que pretende combatir jurídicamente las causas y los efectos del ruido, así como promover la concienciación contra el ruido y, facilitar información sobre la contaminación acústica, colaborar con otros profesionales y organismos en la lucha contra el ruido, organizar sesiones o conferencias sobre las problemáticas y temática de la contaminación acústica, y cualquier otra actuación similar.

Luchemos juntos contra el Ruido

Dª Yomara García Viera                                   D. Alfonso Terceño Ruiz
           Presidenta                                                              Secretario